El cómico Kike Suero comparte algunas de sus vivencias y experiencias en sus más de 30 años en el mundo artístico. Cuenta que ha llegado a gastar más de 20 mil soles en una juerga, que ‘Chibolín’ lo ayudó en un momento crítico de su vida y hasta pensó en quitarse la vida por una decepción amorosa pero que su actual esposa Vicky Torero lo salvó.
¿Recuerdas que hiciste con tu primer sueldo?
Fue en Panamericana, yo hasta hoy tengo el sobre con el que me pagaron mi primer sueldo y traía el logo del canal. Me pagaron mil soles y la mitad se lo di a mi mamá, pues yo ya tenía familia y lo compartí mitad y mitad. Eso fue en el años 2000 y era plata. Aparte yo trabajaba con mis compañeros en la calle y había un ingreso extra.
Siempre has ganado bien...
Con honestidad y humidad he sido uno de los mejores cómicos pagados.
Siempre han reconocido tu talento...
Si y es que yo no solo actuaba sino que llevaba ideas, escribía libretos; entonces, cuando sudas la camiseta se te reconoce el trabajo.
También eres desprendido, ¿cuánto has podido gastarte en una juerga?
Eso debes preguntarle a Mauricio Diez Canseco, ja, ja. Una vez invité a veinte amigos, les dije pidan todo lo que quieran, todo va por mi cuenta y yo solo firmaba los vales de Rústica. Cuando llegó fin de mes y fui a cobrar por mi trabajo, Mauricio me dijo ‘me estás debiendo plata’. En un día me había gastado como 20 mil soles, otros días diez mil... pero yo lo disfrutaba al máximo; en esos tiempos tenía el sueldo del canal, los shows y no lo sentía.
Pero era mucha plata...
Quería sentirme bien con ellos, compartir lo que había conseguido. Mi hermano me decía ‘eres un huev..’ y hasta Mauricio se molestaba conmigo, me decía ‘no pierdas así tu plata’.
Te arrepientes de eso...
El dinero se ha hecho para gastar, lo que queda es la amistad, la gratitud, eso no te lo borra nadie.
¿Es cierto que hace unos años Chibolín te llenó la refrigeradora?
Me encontraba enfermo, yo vivía por la avenida Perú, tenía a mis dos hijos mayores chiquitos y me llama Andrés, le digo que estoy mal y me dice que estaba en camino a mi casa. Llegó al mediodía, yo esperaba a mi suegra porque iba a traer almuerzo para mis hijos y abrió el refrigerador, estaba vacío, no había nada. Entonces, me dijo ya regreso, y volvió con su chofer y bolsas de víveres. Me llenó el refrigerador y me dejó 500 dólares.
Te ayudó en un momento difícil de tu vida...
Le tengo cariño, respeto y admiración. También he vivido en su casa, en San Isidro. Él se iba a trabajar y me quedaba con la cocinera. Me decía si quieres comprarte un cigarrito abres este cajón, ahí había dinero y todas sus joyas; pero nunca cogí nada, era abusar de su confianza.
¿En algún momento de tu vida has tenido problemas serios con el alcohol?
Sí, y me encerré un año en un hotel, ahí vivía. Me compraba mi botella de whisky y metía candado a la puerta, no recibía a nadie, pasaba por una depresión amorosa, ahora veo hacia atrás y digo wow... eran problemas fuertes, cuando estas solo y no compartes lo que pasa contigo emocionalmente es bravo, hay gente que recurre al suicidio, se mata por amor.
¿Eso pasó por tu cabeza?
Sí, si... la gente dice pero que cojudo pero no está en el pellejo de la otra persona, otros se meten al abandono con las drogas, lo mío fue el alcohol.
Por una decepción amorosa...
Sí, fue terrible.
¿Por qué pensaste en acabar con tu vida?
Es que ya no quieres despertar, yo tomaba hasta quedarme privado, me levantaba, recordaba la relación y seguía tomando, no quería estar consciente, el dolor es lo jodido.
¿Cómo saliste de eso?, ¿qué pasó en tu vida para salir de ese camino?
Me tocó una buena mujer... pero primero, mi mamá se entera por intermedio de un amigo que estaba encerrado en un hotel y le dice a mi hermano, entonces me fue a buscar para ir a mi casa. Yo no quería que mi mamá me vea así pero insistió, el dueño del hotel le contó a mi hermano que no comía todos los días y tomaba. Pero regresé con mi madre y con la familia fui superando ese momento, pero fue Victoria Torero, mi actual esposa, quien le dio un giro de 180 grados a mi vida sino estaría muerto, o en un rincón tomando, andando como un loco por la calle.
Muchos cuentan que en tus inicios ibas a trabajar a la calle con tu primera esposa Cecilia embarazada...
Claro, en ese tiempo Cecilia estaba embarazada, mi hijo Jim ha nacido en la calle, de chiquito yo le hacía contorsiones, le decía al público ‘miren como se dobla mi hijo’, y es que los niños son flexibles y hay una técnica para doblar el brazo, la gente aplaudía. Luego, les decía ‘ahora miren su cabeza, le voy a dar tres vueltas, pero miren bien’... entonces, como ya habían visto lo del brazo, les decía que iba a pasar a cobrar porque iba a necesitar plata si se rompía y tenían que coserlo, entonces, pasaba mi gorra. Pero ojo, nunca utilizaba a mi hijo para que la gente sienta pena de mí, como hacen cuando suben a los carros.
Entonces, estabas con Cecilia y tus hijos pequeños todo el día en la calle...
Sí, ahí comíamos, pasábamos todo el día. Yo pasaba la manga (el gorro) temprano y al mediodía Cecilia me decía que los bebés tenían hambre y le daba todo para que vayan a comer a un restaurante, y por eso, me quedaba hasta la noche para poder tener más billete y comer bien, no me puedo quejar, la calle siempre me ha dado.
El público siempre te ha colaborado...
Yo discutía con mis compañeros porque decían ‘colabórame’, y les decía ‘no pidas colaboración, no somos la cruz roja’. Aquí hay que pedir un pago voluntario que es diferente porque si crees que mi trabajo vale dame lo que tienes, lo que puedas, si no tienes quédate parado porque estamos en la calle, y no hay problema.
Mauricio Diez Canseco también te tiene mucho cariño...
Me decía ‘Niño Kike’, es que como soy medio ido, distraído, juguetón, y me engreía siempre. Me acuerdo cuando me compré mi primer carro, era de segunda, le faltaban muchas cosas por arreglar y lo mandó al taller, ahí hasta le puso una batería nueva. Muchas veces le pedía adelanto y me decía ‘ya vente’, ja, ja.
¿Siempre le cumpliste con los shows en sus locales o alguna vez le fallaste?
Uyyy... una vez nos mandó hacer smoking a todos para un show especial, de gala. Yo estaba en América grabando en la playa y pensé que saliendo a las 5 de la tarde me daba tiempo para ir a mi casa, bañarme y cambiarme para irme a Miraflores. Pero la grabación se demoró y no iba a llegar; yo estaba en buzo y sandalias, lleno de arena, y bueno, así me fui al show de gala. Al llegar me requintaron por llegar así, pero pedí solo un minuto para presentarme y pedir disculpas y al entrar al escenario les dije al público que me habían robado en la puerta, que tiraron al piso y por eso estaba sucio, y todos se reían. Así que empecé mi show en sandalias, conté un chiste tras otro y no querían que me vaya del escenario. Yo me divertí mucho.
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