, el joven actor que se ha ganado el cariño del público con su interpretación de Jimmy González, el hijo de Charito en , ofreció unas estremecedoras revelaciones en el podcast de YouTube ‘Todos sanamos’ sobre el bullying escolar del que fue víctima.

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Jorge Guerra estuvo como invitado en el programa de la psicóloga Lizbeth Cueva para hablar sobre la depresión y relató que el primer episodio depresivo de su vida lo vivió cuando tenía apenas 13 años, cuando lo cambiaron de colegio pues empezó a ser víctima de bullying escolar.

“Fue a mis 13 años. Dejé el colegio en el que estudiaba, donde tenía un montón de amigos, había cultivado relaciones hermosas (...) Dejé todo este mundo hermoso que había construido en el Callao y me fui a Surco a empezar a conocer a las personas”, contó inicialmente.

“Iba al colegio y hubo personas que me hicieron mucho daño. Fue un bullying intenso, violencia tanto física como verbal la que cayó sobre mí y yo era un niño y recuerdo que mis tres primeros meses fueron una supervivencia constante, era como: ‘¿Cómo llego al final del día?’”, recordó.

El actor relató que no supo cómo controlar el abuso que caía sobre él. “Entré a la secundaria y habían muchas personas que yo pensé que eran mis amigos y se voltearon y mostraron otra cara y dijeron vamos a tirarte a ti toda la leña, todo el dolor, toda la frustración que tenemos porque nos da la gana”, manifestó.

“Se crea esta maldad, que no se si sea consciente, pero una vez que te cae es duro, muy duro, y yo la sufría todos los días y esa vez fue la primera que yo le dije a mi mamá: ‘Quiero que me saques de este colegio, quiero irme de acá, porque quiero estar muerto’”, explicó.

Jorge contó que “sentía una impotencia enorme” pues no entendía lo que le pasaba. “Dices como que sé que tengo esta fuerza, pero no sé como pelear contra ellos y pelear no es físicamente, sino mentalmente, intelectualmente... Te reducen a un lugar en el que tú sientes que no vales nada y a mi me llevaron a ese lugar”, agregó.

Asimismo, explicó qué era lo que pasaba por su mente en ese momentos: “Yo sentía que era bruto, una persona discapacitada, porque me hicieron creer que no tenía inteligencia, valor, fortaleza... Me minimizaron y me mandaron a un lugar del que yo pensé que no iba a salir y yo creo que eso le pasa a un montón de personas”.

También contó cómo fue que sus compañeros empezaron a agredirlo: “Me entró una timidez enorme. Un día me cayó una cachetada o un golpe atrás de la cabeza y los golpes siguieron, siguieron... Y yo no sabía cómo controlarlos porque ers el nuevo, porque era divertido golpearme, porque era divertido insultarme, porque era divertido verme mal”.

Estos abusos los soportó en silencio casi durante un año y admitió que en un inicio no le contó nada a sus padres por temor a quedar como un “cobarde”. Sin embargo, se cansó y le dijo a su mamá lo que sucedía, y ella fue a hablar al colegio; sin embargo, sus agresores “ya no me molestaron de la misma forma pero siguieron haciéndolo sutilmente durante los años siguientes”.

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