Génesis Tapia se confesó con la doctora Lizbeth Cueva para su programa de YouTube ‘Todos Sanamos’. Es así que contó fuertes episodios de su infancia desconocidos hasta el momento.
La pelirroja narró que fue criada por sus abuelos y pensó, hasta los nueve años, que era hija biológica de ellos. Sin embargo, una vez oyó a su abuelo hablarle de su origen a su abuela y decidió ingadar sobre sus verdaderos padres.
Es así que descubrió que sus padres eran sus hermanos. “Mis abuelos se casan pero cada uno viene con un hijo del anterior compromiso, producto del amor de los dos nací yo, mi mamá me tuvo a los 17 años escondida para que mi abuela no se dé cuenta”, contó Génesis Tapia.
La ahora abogada aseguró que buscó a su madre biológica, que en ese momento tenía de pareja a un drogadicto, padre de sus tres hermanas menores, que masacra a su mamá a punto de generarle un tumor en el cerebro.
“Mi padrastro se va de viaje a Italia y ella inicia otra relación, era una relación un poco complicada, no era aceptada, mi mamá va a vivir a la casa de mi abuela con su nueva pareja y con mis tres hermanas”, contó Génesis Tapia antes de revelar una dura verdad.
La pelirroja narró que tenía 12 años pero ya era una niña desarrollada para su edad. Su abuela y su madre se iban de madrugada al mercado para trabajar, momentos que eran aprovechados por su padrastro para tocarla indebidamente.
Génesis Tapia le contó lo sucedido a su abuela y ella se lo reveló a su mamá biológica, pero ella no le creyó, la castigó y la alejó de sus hermanas. “Hasta dio a entender que yo lo había provocado”, dijo quebrada.
“Finalmente me violaron y cuando sucedió, yo sentí que se llevaban mi alma. Yo ya sabía que no había quién me defiendiera, mi abuelo era policía y siempre cargaba un arma, yo tenía miedo de contarle y que lo matara y fuera a la cárcel”, narró.
Génesis Tapia contó que se sintió tan ‘arruinada’ que le pidió dinero a su abuelo para comprar toallas higiénicas y fue a la ferretería para adquirir veneno para ratas.
“Regresé a la casa, fui a mi cuarto, preparé la leche con el veneno y me lo tomé y me acurruqué en una esquina de mi habitación. Sentí que un frío venía de la punta de mis pies e iba subiendo, perdiendo la movilidad, di un grito muy fuerte. Yo escuché que mi abuela vino, me cargaron y pidieron ayuda, dos vecinos me cargaron y me llevaron a la clínica más cercana. Yo ya no me acuerdo más hasta que regresé. El doctor le dijo a mi abuela que no había nada más que hacer, que solo había que esperar la voluntad de Dios. Me quedé seis meses vegetal, no podía hablar, ni comer, ni moverme, ni caminar, sí escuchaba a la gente hablar a mi costado, contestaba parpadeando”, confesó la modelo y empresaria.
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