Fátima Aguilar, una mujer soñadora, agradecida y respetuosa, ha enfrentado muchos desafíos en su vida, siendo el fallecimiento de su papito el más significativo a nivel emocional. Inspirada por el consejo de vivir para ser feliz, encuentra en su madre su mayor admiración y fortaleza. En el ámbito profesional, su pasión por el periodismo la ha llevado a trabajar en Exitosa y actualmente en Latina, donde siente que los sueños se hacen realidad. Además, confesó que está en su mejor momento con su novio y que no necesita una firma para vivir una relación seria y comprometida.
Fátima, el obstáculo más grande que te tocó enfrentar.
Creo que emocionalmente el fallecimiento de mi papá.
¿Cuál ha sido el consejo que marcó tu vida?
Entender que uno viene a la vida a ser feliz.
¿A quién admiras actualmente?
Esto puede sonar un poco cliché, pero a mi madre.
¿Qué le dirías ahorita a tu papito si lo tuvieras enfrente?
Que le agradezco mucho por todas las cosas que hemos pasado como familia. Él me ha dado las bases para que sepa tomar decisiones, para que tenga la determinación de cumplir mis objetivos. Que estoy orgullosa de él y que lo quiero abrazar fuerte.
Tu mamita es…
Desde siempre, el motor de mi vida, mi inspiración, la fuente de amor que me ha enseñado a amar, a respetar, a entender también el valor tan importante de las otras personas en nuestras vidas.
¿Qué significa para ti el periodismo?
¡Uy! Es muy apasionante, pienso que es una carrera tan enriquecedora porque no cae en la monotonía de tener lo mismo todos los días. De hecho, aunque tú fueras preparado con una pauta para un programa todo puede moverse porque de pronto tienes que trabajar de madrugada porque sucedió algo. El periodismo es muy noble porque está al servicio del país, de la ciudadanía, de poder levantar la voz de protesta en situaciones injustas.
¿Cómo fueron tus inicios en la carrera?
Empecé hace más de diez años en Trujillo, en Sol TV. En ese tiempo pasé varias evaluaciones, estaban buscando una conductora para el programa del mediodía. Yo estudiaba Derecho, pero tenía bien claro que quería dedicarme a otra cosa. Me aceptaron y me quedé ahí más de dos años.
¿Luego pasaste a Latina?
No, aún debía concentrarme más en mis prácticas profesionales porque mi objetivo era sacar mi título de abogada y decirles a mis padres reto cumplido. Así que hice algunos trabajos para un medio nacional que tiene su sede también en Trujillo. Ahí sí hice reporteo y salí a la calle. Me gustó mucho porque tocaba una diversidad de tema, un día tocaba temas empresariales y al día siguiente, por ejemplo, de naturaleza. Luego tuve que alejarme totalmente de los medios para terminar mi proceso de titulación de Derecho.
¿Y cuándo regresaste al periodismo?
Antes de regresar al periodismo vine a Lima y trabajé en una empresa grande en la que pude viajar a diferentes lugares del Perú y ver situaciones dramáticas en zonas que incluso tenían bastante riqueza y pese a eso vivían muchas dificultades. Esa etapa de mi vida fue muy enriquecedora. Pensé que me dedicaría a eso más tiempo, pero el proyecto no siguió.
Llegaste a titularte entonces…
Sí, entregué mi cartón a mis padres y, como te dije, yo sabía que no quería dedicarme a la carrera que había estudiado. Al menos ese no era mi propósito en ese tiempo, pero tampoco tenía nada en televisión. Postulé a varios lugares, mandé mi CV y mis videos de lo que había hecho en otros lugares, pero nadie me llamaba. Estuve desempleada y mis ahorros se reducían más cada día.
¿Y qué hiciste?
Seguía postulando a trabajos, hice un casting en un medio digital y dije por aquí empiezo, pero el proyecto se fue abajo.
No estabas con buena racha…
Creo que no porque luego entré a otro medio digital y otra vez cerró el proyecto. En ese momento vi todo oscuro, no conseguía trabajo, en eso me pasaron el dato de que en Exitosa estaban buscando gente. Esa misma tarde me fui corriendo a Chorrillos (ahí está la sede de Exitosa) a dejar mis papeles. Llegué a las 6 de la tarde y ya no pude pasar evaluación.
¿ Y te llamaron?
Felizmente sí, fui al casting. Traté de dar cosas que no me estaban pidiendo porque quería demostrar mi talento y también necesitaba el trabajo. Parece que lo hice bien (risas) porque me llamaron un sábado y el lunes empecé en Exitosa. Fue una etapa muy enriquecedora porque hacía entrevistas varias horas seguidas, atendía las llamadas de la gente, aprendí a dialogar más, fue un entrenamiento intenso que luego me ayudó en Latina.
¿Cuánto tiempo estás en Latina?
Tres años y medio, más o menos. No pensé que iba a llegar a esta casa en plena pandemia. Fue retador, pero se fueron dando las cosas y ahora estoy contenta de todo lo que estoy logrando.
Latina Noticias: Edición Matinal es…
La posibilidad de que los sueños se cumplen, de que el esfuerzo es recompensado y para mí es mi segundo hogar, la verdad. Me siento muy afortunada de poder trabajar en este noticiero, además yo desde niña quise trabajar en Latina, así que esto ha sido una gran bendición.
¿Y cómo te sientes trabajando con Alicia (Retto)?
Me siento muy chévere porque en realidad estamos allí dos mujeres con experiencias diferentes, con puntos de vista que pueden ser diferentes, pero con la misma energía. Es muy enriquecedor compartir pantalla con ella.
¿Algún colega es una inspiración para ti?
Con el paso de los años y el recorrido profesional vas ganando experiencia. Muchos colegas han sido una fuente de inspiración para mí, por ejemplo, Mónica Delta. Ella tiene tantos años de vigencia y sigue manteniendo firme su forma de pensar y defiende sus principios democráticos pese a las tantas situaciones críticas que hemos vivido.
¿A qué personaje te gustaría entrevistar?
No tengo una persona específica porque creo que cada persona tiene una historia distinta que contar. No necesariamente tiene que ser un político o un artista. Creo que hay muchas personas que no son conocidas y que tienen una gran historia que contar. Pero me llama mucho la atención entrevistar a personas que han vivido situaciones extremas de vida, como, por ejemplo, los sobrevivientes en la cordillera de Los Andes. Si tuviera la oportunidad de entrevistarlos sería súper feliz.
¿Cómo estás con tu novio?
Muy enamorada, ya cumplimos diez años juntos. Creo que hemos pasado por las diversas etapas, la intensidad, la inseguridad y, por supuesto, el sentirme también más cómoda, más en confianza y más segura de la relación que tengo.
¿Eres intensa?
Intensa en el sentido de dar detalles y de ser afectuosa.
¿Habrá boda este año?
Me causa gracia cuando me preguntan eso, pero aún no habrá boda (risas). A partir de la pedida de mano pasó tantas cosas y, por el momento, me siento bien como estoy. Muchos se preocupan por mí y me dicen para cuándo (la boda) (risas). Sin embargo, siento que sin tener esa ceremonia el compromiso existe y es muy bonito sentir que no hace falta una firma para que vivas una relación seria y comprometida.
¿Sueñas con ser mamá?
Tengo ahorita mismo otros objetivos, pero no se escupe el cielo y ya veremos qué pasa en el futuro.
La canción que te levanta el ánimo.
‘Yo puedo vivir del amor’ de Rubén Blades. En las historias que publico en las mañanas suelo decir ‘Buenos días alegría’ y justo esta frase se menciona en esa canción. Debemos echarle muchas ganas al día y avanzar con fuerza.
¿Cuál es el aroma que te recuerda a tu niñez?
El perfume de mi mamá, tiene tonos de vainilla con flores. Ese aroma me traslada a la habitación de mis papás de aquel tiempo, me veo yo jugando y ordenando mis cosas. Me trae una sensación de felicidad. Y también el olor de un guiso de pollo.
¿A qué hora te levantas en las mañanas?
Antes de las 4 de la mañana, felizmente estoy cerca del canal, eso me facilita un poco. Mi ropa ya la tengo colgadita y lista para llevarla. Cojo mi cartera, pongo los zapatos y salgo con café en mano (risas).
¿Y qué es lo primero que sueles hacer al despertarte?
Apagar el despertador. Luego voy al baño, me echo mis cremitas y el bloqueador en el rostro. También me doy tiempo para agradecer a Dios por un nuevo día, una nueva oportunidad.
¿Duermes con el celular?
Desde hace unos meses estoy tratando de alejarme por momentos del celular. Normalmente lo tenía conectado al lado mío, en una repisa, pero ahora trato de dejarlo alejado de mi cama para que no caiga en la tentación de agarrarlo cuando me cueste dormir.
¿Fiestas o películas con canchita los fines de semana?
Hay fines de semana que estoy súper tranquila, marmoteando en la sala o en la cama, de repente recuperando energía viendo Netflix. Y en otras ocasiones me gusta salir a celebrar con mi novio, mis amigos y conversar. Más que fiestas, me inclino por los espacios en los que puedes conversar y beber.
¿Cuál es el plato de comida que sientes que te sale bien?
Tengo mis momentos y cada vez que ha preparado algo suele salirme rico. A veces llamo a mi mamá a preguntarle su tip de cocina. Me sale bien el pollo guisado, el lomo saltado, el arroz con pollo, el pepián de pollo… los platos criollos son los que me salen bien (risas).
Y te has hecho algún retoquito…
¡Wow! La verdad no, hasta el momento (risas). Me da miedo, pero no niego la posibilidad de que algún día vaya a hacerlo. Lo único que me he hecho es micropigmentación en las cejas y labios, quería definirlas más.
¿Te han piropeado en la calle?
Seguramente que sí ja, ja, ja. Algo que me llamó la atención en mi último viaje al otro lado del mundo fue que las mujeres le decían a mi novio que yo era guapa, sexy y yo pensaba: ¿What? Fue muy curiosa esa situación.
Gracias Fátima por la entrevista.
A ti y que Dios te bendiga.
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