La tercera y última temporada de “Narcos: México” explora el ascenso de Amado Carillo Fuentes (José María Yazpik), mejor conocido como el ‘Señor de los cielos’, tras el arresto de Miguel Ángel Félix Gallardo. Además, los cárteles recién independizados luchan por sobrevivir a la agitación política y la escalada de violencia, surge una nueva generación de capos mexicanos.
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Además, de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, otro personaje importante en esta nueva entrega de la serie de Netflix es Arturo ‘Kitty’ Páez, que era parte del grupo conocido como Narco Juniors, adolescentes de Tijuana de clase media y alta que se juntaban con miembros del cartel Arellano-Félix por la fama y el glamour.
El encargado de interpretar a ‘Kitty’ es nada más y nada menos que el rapero y compositor puertorriqueño Bad Bunny (Benito Antonio Martínez Ocasio), quien desde el principio se mostró muy emocionado por participar en el popular proyecto. Pero ¿consiguió ese papel en “Narcos: México”?
En una entrevista con TVLine, Carlo Bernard contó cómo consideró al famoso cantante para formar parte de la tercera entrega de la serie de Netflix. “Cuando estábamos escribiendo la temporada, me dijeron que Bad Bunny quería estar en el programa”, contó el showrunner que reemplazó a Eric Newman.
“Y supe que era un gran problema porque mi asistente estaba muy emocionado. Fue entonces cuando me di cuenta de que definitivamente deberíamos estar haciendo esto. Tuvimos que tratar de encontrar una manera de averiguar su horario, y fue genial al tratar de cambiar las cosas para poder pasar el mayor tiempo posible con nosotros”, relató.
El resultado fue mejor de lo que esperaban. “Se sintió como una forma divertida para Bad Bunny de apoyarse en su carisma”, compartió Bernard. “Estuvo fantástico y se lo pasó muy bien. A todo el elenco y al equipo les gustó mucho trabajar con él”.
Sobre los Narco Juniors señaló: “Estamos hablando de niños ricos de escuelas privadas que pasaban el rato con los Arellanos en clubes nocturnos y se sentían atraídos a su círculo. Estos eran niños que provenían de familias muy respetadas, que se sintieron atraídos por el estilo de vida y se convirtieron en un aspecto muy violento de la organización Arellano. Cruzarían la frontera e irían a Beverly Hills a comprar y festejar y conducían BMW, por lo que nadie pensó en detenerlos”.
Al tratarse de la última temporada de “Narcos: México”, Carlo Bernard “quería que la serie se sintiera como si todavía estuviera haciendo cosas nuevas, mientras entregaba cosas sobre el programa que le gustan a la gente. Estaba tratando de lograr ese equilibrio e introducir nuevos componentes, por lo que el programa no parece que se repita”.
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