“Mi hija” (“Kizim”, en su idioma original) se convirtió en una de las telenovelas turcas cuyo final fue la más vista de la televisión logrando récord histórico de audiencia en España, país donde se transmitió por la señal de Antena 3. Cerca de dos millones de espectadores vivieron minuto a minuto el desenlace de sus protagonistas Öykü y Demir, Beren Gökyildiz y Buğra Gülsoy, respectivamente.
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¿Qué pasó al final de “Mi hija”? Se convirtió, sin duda, en una de las principales búsquedas en Internet tras el final transmitido la noche del domingo 26 de septiembre. Y es que la gran historia de Öykü ha cautivado a millones de espectadores cada domingo de emisión de un nuevo capítulo y el último no podría ser diferente.
El episodio que cerró la historia de “Kizim” estuvo lleno de emociones; previamente, Demir había decidido casarse con Candan y planeó hacerlo en una boda doble, aprovechando la unión de boda de Uğur y Sevgi. Y aunque al comienzo su novia no quería, la sorpresa de Öykü terminó por convencerla. Además, Demir compró una casa donde tiene planeado vivir con las dos mujeres de su vida. Con esto, los fanáticos de la telenovela turca llegaron con mucha expectativa al capítulo final.
En casa de Mufide, antes de la boda, Candan recibió la sorpresa más emotiva de su vida: el vestido de novia, con el que soñaba y que había rechazado por no querer gastar dinero. La veterinaria, emocionada hasta las lágrimas se prueba el vestido y, frente al espejo, recuerda los momentos vividos con Demir, el hombre de su vida.
¿Quién le regaló el vestido? Pues la pequeña de corazón grande Öykü. La niña había visto días previos cómo su futura madre se había resistido a ver vestidos de novia porque no tenía como pagarlo. Ella se cuenta de eso y decide cumplirle su deseo. Ante ello, Candan le agradece el regalo, no puede sentirse más dichosa y afortunada por tenerla como a una hija.
Finalmente, el día especial llegó: Demir y su inseparable amigo Uğur se casarán con las mujeres de sus vidas. Nada podía salir mal, al menos eso pensaban hasta que se vieron envueltos en nuevo problema. El novio de Sevgi olvidó el aniño de bodas en la joyería y tuvo que salir corriendo para llegar a tiempo a la ceremonia. Demir y Cemal, sin imaginar que en la tienda serían asaltados.
“¡Arriba las manos, esto es un atraco!”, gritaron dos encapuchados, pistolas en mano. Mientras los ladrones desvalijaban la joyería, Demir y Cemal se dieron cuenta que su amigo tenía los aros en la mano, pero cuando estaba a punto de esconderlo, uno de los ladrones se da cuenta. Lejos de entregárselo, Uğur decide enfrentarse a ellos. Así, junto a Demir y Cemal, atacaron a los ladrones para conseguir salir de allí.
Demir y Uğur se quedan impactados al ver salir a sus prometidas vestidas de novia, pero Uğur fue el más afectado. Tuvo que tomarse un relajante para calmar sus nervios. Después de todos los contratiempos, las bodas por fin se celebraron y fueron todo un éxito.
Los novios y los invitados bailan juntos rebosantes de felicidad, como manda la tradición turca. Sin embargo, en un momento de la celebración, Candan se pone triste pues ve a la otra pareja de recién casados bailar con sus padres “Veo a Sevgi y a Uğur bailando con sus padres y me acuerdo de los míos”, le dice a su ahora esposo. “Sé que nosotros no reemplazaremos a tus padres, pero vamos a ser una familia feliz”, le tranquiliza Demir. Tras una boda de ensueño, todos vuelven a la normalidad.
Transcurren los días en el que todos ya regresaron a la rutina y en el colegio Öykü presume de su familia: “Soy una niña con mucha suerte. Tengo un papá y una mamá que me quieren mucho, tengo dos tíos muy guapos y también te tengo a ti, profe. Tengo a mi abuela, que es la mejor, la más dulce y la más cariñosa de todas las abuelas del mundo. En el pasado estaba sola, pero ahora tengo la mejor familia del mundo”.
Candan, Demir y Öykü, ya instalados en su nueva casa viven otro de los momentos más tiernos de la historia. A la hora de dormir, Candan va a la habitación de la pequeña para desearle buenas noches. Öykü mira fijamente a Candan y le responde con un “Buenas noches, mamá”. La mujer no puede sentirse más dichosa.
Mientras Candan y Öykü tienen su momento de madre e hija, llega Demir para también darle las buenas noches a su pequeña y presencia la magia de la situación. Öykü les pide a sus padres un cuento antes de dormir. Su padre le cuenta una historia en la que ella era la protagonista.
Demir le cuenta “El hombre de hierro, su princesa guerrera y la madre más bella de todas”, una linda historia sobre la vida de la pequeña Öykü, de todos los problemas que tuvo que afrontar y de cómo logró encontrar a su padre y consiguieron, finalmente, ser una familia feliz.
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