La estrella estadounidense Kim Kardashian fue atacada a mano armada la noche del domingo en una lujosa residencia de París por delincuentes disfrazados de policías. Los ladrones se llevaron joyas valorizadas en diez millones de dólares.
"Está muy aturdida, pero físicamente indemne", declaró la portavoz de Kim Kardashian desde Nueva York. Kardashian, que se encontraba en París para seguir la Semana de la Moda, partió el lunes por la mañana de Francia después de haber sido interrogada por la policía.
Los ladrones se llevaron un importante botín compuesto de un anillo estimado en cuatro millones de euros y una caja de joyas por un monto de cinco millones, según fuentes judiciales. "También se llevaron dos teléfonos móviles", según una fuente policial.
El robo tuvo lugar en una residencia hotelera de lujo, en La Madeleine, uno de los barrios más prestigioso de París. Cinco ladrones atacaron al guardia y dos de ellos entraron en el apartamento de Kim Kardashian.
La socialité, de 35 años, fue "atada" y "encerrada en el baño", según fuentes policiales.
En Nueva York, su esposo Kanye West daba un espectáculo en el festival The Meadows, cuando de repente se dirigió al público para decir "lo siento, el concierto se terminó", y se fue.
Un responsable del festival explicó luego que el cantante se había retirado debido a una "urgencia familiar".
La prefectura de París aseguró el lunes que se hacía todo lo posible para "detener a los autores" del atraco.
ACTO ISLADO
El robo que sufrió Kim Kardashian en París es un acto aislado, que no refleja las condiciones de seguridad en la capital francesa, declaró este lunes la alcaldesa Anne Hidalgo.
El atraco del que fue víctima Kim Kardashian el domingo por la noche fue "un acto aislado que ocurrió en un lugar privado", dijo Hidalgo en un comunicado.
Los turistas "pueden venir a la capital francesa, visitarla y relajarse en buenas condiciones de seguridad", agregó la alcaldesa socialista.
Hidalgo dijo que confiaba en que la policía "identifique y detenga rápidamente" a los cinco ladrones que, disfrazados de policías, ataron y robaron a mano armada a la estrella de televisión el domingo por la noche en una residencia de lujo en el centro de París.
Este robo tuvo lugar en momentos en que París se enfrenta a una caída del número de turistas, en particular tras la ola de atentados yihadistas de noviembre de 2015 en el que 130 personas perdieron la vida.