En estos tiempos, los influencers son los grandes protagonistas de la generación de contenido por Internet. Ya sean celebridades, artistas, youtubers o personas que por determinado accionar han ganado popularidad, los influencers basan su éxito en el alcance que tienen sus publicaciones. Por ello muchos de ellos, apelando a la cantidad de seguidores o “followers” que tienen, ofrecen publicidad a cambio de intercambios o regalos... pero no siempre tienen éxito.
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Los influencers suelen publicitar en sus cuentas de Instagram, TikTok, Facebook o Snapchat diversos servicios y productos de determinadas marcas o establecimientos. Algunos señalan explícitamente en sus historias, reels o posts que están promocionando algo pero otros suelen hacerlo de forma indirectamente a través de una “buena experiencia” con el servicio o producto.
Es en este caso, donde a veces las negociaciones entre el influencer y la empresa a la que quiere ofrecer sus servicios de publicidad no prosperan como el primero desea, e incluso en ocasiones los segundos terminan exponiendo en redes las intenciones de los influencers.
A continuación, repasaremos algunos casos significativos en México y otras partes del mundo.
CASOS DONDE LOS INFLUENCERS FUERON EXPUESTOS POR PEDIR COSAS GRATIS
Exparticipante de Exatlón, Óscar Cano
El otrora participante de la competencia deportiva “Exatlón México”, Óscar Cano, pidió informes en un hotel de Huatulco, Oaxaca, para hospedarse durante su cumpleaños. En el mensaje, el influencer indicó que buscaba hospedaje para él solo, y cuando el hotel le indica que le mostrará los precios, este le señala que puede pagar con “publicidad”. La empresa inmediatamente le replica que no está interesada y no pagan por “likes”, y le señala que “no se hambreado y pague por los servicios”.
Influencers de “¿A dónde jalamos?”
La mala reseña de un influencer sobre un restaurante de la Ciudad de México desató polémica en las redes sociales, más aún después de que el establecimiento exhibiera el motivo real de los malos comentarios por parte del joven youtuber. Todo inició cuando los jóvenes del canal “¿A dónde jalamos?” habían solicitado a un restaurante un servicio gratuito para cuatro personas a cambio de una buena reseña.
Sin embargo, el establecimiento afirmó que “no regalamos producto ni hacemos intercambios de este tipo”, situación que molestó al youtuber Alejandro Carreño, quien terminó escribiendo una reseña negativa del lugar. El restaurant, por su parte y en respuesta, publicó la conversación que tuvo con Carreño, dejando en evidencia que su molestia fue porque se le negó comida gratis.
Cristina Pedroche
La conocida influencer española Cristian Pedroche también estuvo en el ojo de la tormenta por haber solicitado indirectamente a una marca de televisores que le regalase uno solo por haber publicado una foto del producto que deseaba. “Queridos señores de Samsung, vivo enamorada de esta tele y creo que la necesito en mi vida. Si no se la tendré que pedir a los Reyes Magos que yo soy muy buena... #échalemorroPedroche”, publicó la presentadora junto a una TV de última generación valorizada en unos 58 mil 800 pesos mexicanos.
El gesto generó el rechazo generalizado de sus seguidores. “Tú puedes comprártela y todos lo sabemos”, “Trabaja y cómpratela tú y deja de pedir”, escribieron algunos de los internautas.
Elle Darby
La youtuber británica Elle Darby también fue otra “víctima” de estas negociaciones frustradas. La influencer quería quedarse en el hotel White Moose Café, pagándole a los propietarios con una “mayor exposición de sus servicios” en redes y así se los hizo saber en un correo. No obstante, Darby no contaba con la respuesta negativa del hotel.
El dueño del local, Paul Stenson, se negó al trato y la exhibió en sus redes sociales con una carta incendiaria. El propietario indicó en la misiva que “se necesitan pelotas para enviar un correo electrónico como ese” y a la vez le preguntó “¿quién va a pagarle al personal que cuida de ti? ¿Quién va a pagar a las camareras que limpian tu habitación? ¿A los que te sirven el desayuno? (...) Mis mejores deseos. P. D. La respuesta es no”.