El imitador Arturo Álvarez recordó que inició su carrera artística a los 16 años en el desaparecido programa ‘El barrio del movimiento’. Que su hermano Carlos Álvarez es su referente como artista y como persona. Además, que alguna vez Cristian Zuárez se picó con su imitación e intentó patearlo en una grabación. Mientras que personajes como Jorge Henderson, Koky Belaunde y Carlos Cacho se han mortificado con sus personajes. Asimismo, detalla que el desaparecido Tongo le llevó a Carlos Manrique para grabar un mano a mano, y que le han ofrecido drogas en el mundo de la televisión.
¿Cómo fue el inicio de tu carrera artística?
Empecé a los 16 años de edad, terminando el colegio, fue algo rápido. Yo estudié en el colegio Guadalupe, mi padre no quería que estudie ahí y me matriculó en La Recoleta porque recolectaba plata para poder matricularme, ja, ja. A los 16 años pude ingresar a América Televisión donde no daba la cara, no actuaba, sino que hacía la voz en off en el programa ‘El barrio del movimiento’, que tuvo vigencia un año y medio. Aún recuerdo que fue el 4 de octubre de 1984.
Entonces, ya tienes 39 años de trayectoria artística...
Sí, de ‘vida artrítica’, pues han pasado muchos años, pero feliz de haber escogido esta carrera.
Empezaste a hacer humor siguiendo a tu hermano Carlos o ya tenías esa inclinación artística...
Es si y también no. Esa inclinación para ser imitador, cantante se nace. Yo no estudie para eso, no me siento orgulloso de ello, soy empírico y es un talento que Dios me regaló. Pero sí me sirvió mucho ser hermano de Carlos Álvarez, tenía su pro y su contra, porque iba a un canal de televisión y me preguntaban si Carlos era mi hermano y eso me abría las puertas, me ayudó de forma indirecta por su éxito.
¿Y por qué no?
Pero luego viene la otra parte cuando ya te dan chance en algún programa, ¿será igual que el hermano?, ¿será mejor?, entonces en mis años de joven era como una sombra, un peso, una mochila, pero soy una persona que siempre toma lo positivo de las cosas, no lo negativo. Por eso, Carlos es un referente para mí no solo como artista sino como persona.
Entonces, no has tenido trabas...
Me dio más energías, le puse más tenacidad, más perseverancia para salir adelante, tener mi propia identidad, y eso trate de hacer en toda mi carrera. Yo he trabajado con mi hermano, me ha invitado a sus especiales, estuve unos meses en ‘Caiga quien caiga’ en ATV, en Willax, pero no éramos ‘Don Quijote y Sancho Panza’, ni Chuiman y Machucao, ni Barraza con el Gordo Casaretto, ni lo que es Jorge Benavides con Alfredo, y no porque mi hermano no me quiera dar una mano sino porque yo quería tener mi identidad propia, quería hacer mis personajes, y que no digan ‘tú tienes éxito gracias a tu hermano’.
¿En el colegio eras el más bromista del salón, el chacotero?
No era el más inquieto, no era el palomilla que no hacía las tareas. Gracias a Dios fuimos buenos estudiantes, nuestros padres siempre nos apoyaron. Pero me salían las bromas en cada momento, como el lápiz que dispara, ah, ‘la pistola’... eran cosas del momento.
Tuviste el apoyo de tus padres...
Mi crianza fue por mi padre arequipeño y militar, y era muy férrea. Mi padre nos dijo que teníamos que hacer una buena carrera y no para hacer lo que queríamos. Si no nos iba a poner a estudiar, pues Carlos quería ser abogado y yo Veterinario.
No has estado envuelto en un escándalo ni ampay...
Así es, pero para no dármela de santo, en nuestra época no había el ampay. Las entrevistas eran para hablar de tu carrera, de tu talento, se abrían las puertas del hogar, había mucho respeto, pero ahora es más complicado. En ese tiempo si alguien hacía un escándalo, pues a nadie le interesaba, era tu vida. Ahora es diferente, tienes las cámaras encima... pero nosotros no hacemos eso, nuestra conducta de vida es diferente, no soy un santo, pero siempre nos hemos dedicado al trabajo.
No eres caserito de Magaly...
He ido unas cuatro veces al programa de Magaly y siempre han sido imitando a alguien, haciendo mi trabajo, no me ha entrevistado para hablar de con quién estuve o no estuve.
¿En qué momento ya apareces imitando en un programa de televisión?
Después del ‘Barrio del movimiento’ estuve en Triki Trak, programa de Luis Ángel Pinasco y Sonia Oquendo donde reemplacé a Hugo Salazar como locutor, quien se fue a España. Y ahí me fui con el Tío Ronco a ‘Hola qué tal’, donde conocí a Manolo Rojas, Rosa Cabrera, Ricardo Fernández y otros más. Ahí daba la cara con las imitaciones políticas, haciendo mis pininos.
¿Qué imitaciones hacías ahí?
Alfonso Baella Tuesta, Chirinos Soto, Luis Negreiros, políticos de antaño. También Vargas Llosa.
¿Con qué imitación alcanzas la popularidad?
Todos dicen que con ‘Cheverengue’, la de Manrique, pero considero que fue la de ‘Jorge Penderson’, en Risas y Salsa. Cuando llegué al programa me dijeron junto a Alfredo Benavides que teníamos que hacer los personajes que nuestrso hermanos Carlos y Jorge habían hecho, pero yo quería hacer las cosas que sentía... y ese personaje de ‘Peterson’ fue pegando.
¿Cómo se llamaba esa secuencia?
El programa de Henderson era ‘Enhorabuena’ en América Televisión y yo le puse ‘Hierbabuena’ y lo tomó a mal; así como lo de la ‘mermelada’. Entonces, se quejó con Canal 5, con el gerente general y Guillermo Guille; a mí no me tomaban en cuenta porque era un chiquillo. Pero ahora tengo una buena relación con él, es mi pataza.
¿Y lo de Carlos Manrique?
Eso salió en una secuencia de ‘Patorama’ que hacía Roxana Ávalos. Al día siguiente que salió el programa, en la calle todo el mundo me reconocía y me decía ‘Cheverengue’. Pegó mucho y en las reuniones Guillermo Guille se preocupaba primero de esa parodia, y luego del resto del programa.
Te llegaste a juntar con Carlos Manrique...
Claro, fue por Tongo, quien me dijo que Manrique había sido su profesor de matemáticas en el colegio Labarthe, yo no le creía y me apostó un cebiche. Así que a la semana llegó con Manrique e hicimos el mano, lo convencí de hacer el ‘Cheverengue’ con las manos. Luego me invitó a un restaurante cusqueño donde se gastó un buen billete, y de alguna forma me cobraba lo que le robó a mi abuela y mi hermano mayor, ja, ja.
¿Otro encuentro que recuerdes?
Lo de Koky Belaunde en Magaly. En ese momento pensé que él sabía que yo iba a entrar al set. Se picó con razón, estaba sorprendido, luego conversamos y todo bien. Con Cacho también, pues no le gustaba mi imitación al principio.
También hubo un incidente con Cristian Zuárez, cuando era pareja de Laura Bozzo...
Estábamos en Astros de la risa con Mauricio Diez Canseco e hicimos un mano a mano con Laura Bozzo y Cristian Zuárez. El Gordo Casaretto imitaba a la Bozzo, era ‘Laura Grosso’ y yo al pelucón. Laura se mataba de risa con todas las chapas, pero a él ya no le gustaban. En un momento dije ‘me han contratado para hacer un tren eléctrico y me van a poner al final porque soy vagón’, y el argentino se aguantaba. Al final digo ‘me dicen Adán, porque vivo de la costilla’, y ahí no aguantó más. No recuerdo si me pateó o solo levantó la pierna, pero se picó. Luego Cristian quiso hacer un rincón de box para amistarnos pero no acepté.
No te mareó ese éxito...
No, siempre he tenido los pies en la tierra. No por ser el humilde del año, pero ha sido por mi crianza, se lo endoso a mis padres. Mi papá siempre fue una persona recta, derecha, nos decía que con esta carrera podíamos llegar al éxito pero con los años todo lo que sube baja. Además, era evangélico y nos decía que el único rey era Jesús.
Pero siempre hay tentaciones...
Siempre se presentan las tentaciones de los estupefacientes, no voy a dar nombres porque no viene al caso, pero me han presentado en la nariz y gratis cuando era muchacho, también marihuana, licor. No lo cogí porque nuestro padre siempre nos aleccionaba bastante. Le conté que me habían ofrecido esas cosas, que me hacían la ley del hielo después de rechazarlos, y me decía que siga haciendo mi trabajo, que era la argolla y que eso nunca me llevaría a nada bueno.
¿Tampoco con el trago?
No. Cuando he tomado, ha sido cerveza. Los otros licores no pasaba de 3 o 4 vasos, no sé por qué pero me caía mal, y ahora soy abstemio. No solo lo hago por mi, por mi salud, tengo 56 años, sino por mis hijos, que quiero dejarles ese ejemplo. No podría decirles no tomes mucho, cuando soy un alcohólico.
Has comentado que ya no haces imitaciones de políticos...
Carlos es el abanderado de los imitadores políticos, hay muchos otros, pero él tiene el sello de imitador político. Carlos lo hace bien, es gracioso, lo presenta con un mensaje subliminal, para eso hay que prepararse.
Estás viviendo una nueva etapa junto a tu esposa tras la reconciliación...
Estoy en un equilibrio bonito, sano; y con un motor y motivo que te da tener una familia. Mis hijos tienen 6 y 4 años, tengo la parejita, y siempre que me levanto de la cama agradezco a Dios de estar vivo y sano en todo el sentido de la palabra. Cada día se sigue trabajando para ser mejor en la relación, es una planta que hay que regalar todos los días, no soy una pepa de oro para gustarle a todo el mundo, uno tiene que hacer su mea cumpla, decir en qué falle, todos los días aprendemos.
Si más adelante tus hijos te dicen que quieren hacer humor, ¿Cómo lo tomarías?
Ellos tienen carta abierta para que lo hagan pero siempre y cuando tengan madera. No voy a mencionar nombres pero en el medio hay madres y padres que porque el vecino le dicen ‘es igualito que tú', los llevan a la televisión... pero no es así. Yo voy a tratar de ser objetivo, a mis hijos los amo con locura pero si no tienen vena artística pues no va, se los diré, pero si lo tienen ojalá que sean mejor que su padre, eso sería maravilloso.
¿Tú cómo te encuentras?
Saludable gracias a Dios, tengo 56 años y me siento muy bien, muy sano. En el 2024 que se viene realizaré una reingeniería de mi vida y también a nivel profesional, preparando cosas nuevas.
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