Los esposos Saturnino García y Marcelina Gonzales, ambos de 72 años, saben cómo llevar el negocio y el amor de la mano.
Desde hace tres décadas son fabricantes de juegos tradicionales de mesa, como el sapito y el fulbito de mano, en Villa El Salvador.
Aunque las nuevas tecnologías han perjudicado el mercado, ellos continúan con su empresa.
¿Cómo entran al negocio de la madera?
Saturnino: Cuando empezamos, hace 30 años, solo hacíamos las fichas y la imagen del sapito, piezas fundidas en bronce para otros fabricantes.
Marcelina: Nos dimos cuenta de que también podíamos hacer las mesas y estructuras de los juegos, y nos arriesgamos a iniciar este negocio.
Con tantos juegos electrónicos, ¿su negocio se ha visto afectado?
Marcelina: Bastante, pero seguimos adelante porque sabemos que estos juegos incentivan a compartir en familia.
Saturnino: Sí nos afecta, pero contamos con clientes que aún prefieren este tipo de juegos tradicionales y tenemos en mente innovarlos.
¿Cómo lo van a hacer?
Saturnino: Estamos pensando adicionar a nuestras mesas marcadores electrónicos, para que tanto en las mesas de sapo o de fulbito cada punto se contabilice automáticamente.
Interesante, ¿estos nuevos productos ya tienen fecha de estreno?
Marcelina: Aún estamos investigando y viendo precios, esperamos hacerlo pronto.
¿Cuánto están produciendo actualmente?
Saturnino: Quince mesas al mes. Ya nos estamos preparando para la campaña navideña.
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