¡Emprende Trome! Para el Trome de Eduardo Lastra, consultor y asesor corporativo, especializado en Micro y Pequeña Empres, y presidente del Instituto Latinoamericano de Desarrollo Empresarial (ILADE), mientras que la legalización se refiere al cumplimiento de las autorizaciones respectivas para el desempeño de la actividad empresarial, la formalización se refiere al proceso de aplicar los métodos y las técnicas de las buenas prácticas en gestión empresarial de negocios.
Es decir, para abrir una empresa debemos ser legales, cumplir con los requisitos formales, pero para ser formal se requiere visión empresarial. Porque, a decir de Lastra, no todas las PYMES legales son formales.
Muchas empresas legales incumplen los contratos, engañan al consumidor, proveen productos de baja calidad o se gestionan pésimamente en el mundo de los negocios, lo que las convierte en PYMES sumamente informales, con poca credibilidad. En este escenario, muchos emprendedores se transforman de la noche a la mañana en empresarios, sin guía, experiencia profesional ni pautas fundamentales para manejar técnicamente el negocio. Para Lastra, los empresarios de la micro y pequeña empresa requieren un enfoque integral para manejarse con legalidad, orden, calidad y rentabilidad.
En ese sentido, Lastra reconoce 7 factores para que los empresarios pasen de legales a formales:
1. Actitud emprendedora. Es importante aceptar que hacerse empresario de una PYME es involucrarse en un compromiso difícil, porque se debe actuar como inversionista, trabajador y empresario al mismo tiempo, ya que uno se está generando su propio puesto de trabajo, y comprender que para salir adelante debe esforzarse bastante y capacitarse permanentemente. No se trata de una apuesta para hacerse rico de la noche a la mañana.
2. Diferenciar legalización de formalización. Legalización se refiere a cumplir con las autorizaciones legales que norman el funcionamiento de la PYME, tener en regla el papeleo. Pero la formalización tiene que ver con un desempeño acorde con los conceptos y técnicas de buena gestión, que garanticen el éxito empresarial. En este ámbito habría que destacar la conveniencia de trabajar con apego a los principios éticos, ya que la PYME no debe ser la fábrica de productos bamba. Hay que tener visión.
3. Lógica financiera sana. Cuidar su imagen crediticia para ser sujeto de crédito. Ideas como no sobre endeudarse, no descuidar las cobranzas, no sobre estoquearse en materias primas y otros, son de mucha utilidad.
4. Orientación hacia el consumidor. Combinar los componentes mercadológicos y promocionales buscando la satisfacción de las necesidades y expectativas de los clientes, es lo que da competitividad sostenida a la empresa.
5. Cumplir las obligaciones contables y tributarias. Contar con asesoría profesional especializada evitará meterse en problemas.
6. Estar ateto al entorno. Seguir la evolución del entorno empresarial, como tecnología, legislación, política, economía. Al interior de su empresa, aplicar un comportamiento sistémico de la organización, donde la coordinación y la capacitación continua resulten determinantes clave para el éxito del cumplimiento de las metas.
7. Conocer conceptos empresariales. Productividad, calidad total, reingeniería, mejora continua, benchmarking, competitividad, asociatividad, coaching, entre otros, deben ser conceptos conocidos y comprendidos por los empresarios de las PYME, para su aplicación pertinente. Se trata del vocabulario común de todos empresarios, sin importar el tamaño.
Ya los sabes Trome, sigue los consejos del profesor Lastra y convierte tu negocio legal en una PYME formal en todo el sentido de la palabra.