¡Emprende Trome! Poner un negocio es el sueño de todo emprendedor. Sin embargo, arriesgar los ahorros personales por el negocio puede ser sumamente arriesgado, ya que si el negocio no arranca puedes quedarte sin soga ni cabra. Por ese motivo te ofrecemos 5 alternativas para que financies tu emprendimiento sin poner en riesgo tus ahorros
1. Crédito. Un crédito es el dinero que recibimos para hacer frente a una necesidad financiera, que nos comprometemos a pagar en un plazo determinado, con un costo adicional establecido (interés), con o sin pagos parciales. Normalmente las entidades prestadoras solicitan garantías que aseguren el cobro del crédito. Las entidades financieras que otorgan crédito son, entre otros, bancos, cooperativas de ahorro e instituciones microfinancieras.
Existen organismos públicos que prestan dinero a emprendedores, como Cofide, pero la mayoría son entes privados, como BCP, Interbank, BBVA o Mi Banco que ofrecen diversos tipos de créditos para PYMES dependiendo del sector o la actividad a financiar.
2. Subsidio. Es un financiamiento no reembolsable entregado por una institución del Estado. Por lo tanto, no se trata de un crédito, ya que el dinero entregado no debe ser devuelto. Generalmente se entregan a través procesos concursables. Los subsidios siempre deben ser rendidos a la institución que lo otorgó para comprobar en qué fueron gastados aquellos fondos. Además, algunos de estos subsidios deben ser cofinanciados, esto significa, que el beneficiario debe aportar alguna parte del monto asignado.
El fondo más popular entre emprendedores es Innovate Perú , que promueve la generación y presentación de propuestas de proyectos innovadores, por medio de la difusión de herramientas que permitan la asignación de fondos concursables, seleccionando los de mayor potencial para financiar a sus creadores y acompañarlos en la fase de ejecución hasta la conclusión del proyecto. En esa misma línea, StartUp Perú financia proyectos de base tecnológica con alto potencial de escalar y convertirse en proyectos con futuro.
3. Fondos privados. Existen fondos privados, como Wayra Perú, la aceleradora de emprendimientos de Telefónica, que ofrece a los 10 mejores participantes US$50.000 en financiamiento, alojamiento entre seis a nueve meses en la academia Wayra, con mentoría y asesoría de expertos del Perú y del extranjero, a cambio del 10% de la compañía. De los más de 1.000 proyectos presentados, dos se han convertido en proyectos de alcance global: Mi Media Manzana y Cine Papaya.
Otro de los grandes programas que existen dirigidos a startups con potencial es Endeavor Perú , que selecciona a emprendedores de alto impacto a los que se les ofrece mentores, acceso a capital, acceso a mercados, así como el acceso al talento. Endeavor Perú elaborará un plan de trabajo estructurado para la empresa seleccionada, en base a sus necesidades y retos de crecimiento. Sobre la base de esa hoja de ruta Endeavor identifica a los individuos dentro de su red local y regional para formar parte del Consejo Asesor del emprendedor. La empresa también tendrá acceso a una red global de inversionistas y a las alianzas con importantes escuelas de negocios y empresas de consultoría.
4. Factoring. Consistente en un contrato donde las cuentas por cobrar (facturas, letras u otras) que tiene una empresa, que corresponden a las deudas que tiene de sus clientes, son traspasadas a una institución financiera que se encarga posteriormente de cobrarlas a cambio de facilitar tal dinero inmediatamente. La institución financiera que entrega el servicio cobra un porcentaje menor de la deuda a cambio de la transacción total, asumiendo el riesgo de no pago.
Por ejemplo, una empresa necesita dinero para financiar una operación con un cliente, pero no posee los fondos para cubrir los costos de producción. A pesar de eso tiene facturas con otros clientes por cobrar que vencen entre 60 y 90 días. La institución de factoring recibe la factura y entrega el dinero inmediatamente a la empresa, a cambio de un porcentaje menor.
El factoring en 4 pasos:
1. La empresa ‘A’ emite facturas negociables (facturas comerciales) a la empresa ‘B’ por la compra de sus bienes.
2. Una vez vendido su producto, la ‘A’ debe entregar a su banco o institución financiera la copia correspondiente a la factura negociable emitida.
3. El banco tras una rápida verificación, aprueba otorgar a la empresa ‘A’ el monto correspondiente a la venta de su producto.
4. Desde este momento, el banco se encargará de cobrar a la empresa ‘B’ el monto que acordó pagar en 30, 60 o 90 días inicialmente con ‘A’.
5. Leasing. También conocido como arrendamiento financiero, es una forma de financiar la obtención de activos fijos. La empresa que entrega el servicio entrega estos activos a la empresa interesada, a cambio de pagos estipulados a modo de alquiler/venta, en donde finalmente se puede ejercer la compra del bien (a un precio bajo), alargar el contrato de leasing, o devolverlo a su dueño inicial.
Por ejemplo, una empresa de servicios editoriales requiere de computadoras para que los diseñadores elaboren una propuesta para un libro. La empresa no posee el capital suficiente para hacer la compra de los equipos en el corto plazo. En ese momento, el banco, a través de un leasing, le presta el dinero a la empresa para adquirir las computadoras a cambio de un pago mensual. Cuando la empresa acabe de pagar el lesaing podrá decir que las máquinas son suyas.
Ya los sabes Trome, es importante que identifiques todas las posibilidades de financiamiento de tu negocio. Recuerda que no debes gastar todos tus ahorros, porque si el negocio no despega te quedas sin nada.