¡Emprende Trome! Toda organización o empresa independientemente del tipo de negocio que desarrolle, grande o pequeña, está expuesta a muchos tipos de riesgos, los cuales pueden ser inciertos. En algunos casos los riesgos están presentes en todo momento o circunstancia, y son amenazas externas e internas que no precisamente son originadas por una mala decisión empresarial, sino que son inertes a cualquier tipo de organización.
Existen muchas clases de riesgos, pero los Tromes como tú deben conocerlos para tener capacidad de enfrentarlos y tener la mejor solución a la mano, para que el emprendimiento no se vea afectado por dichas amenazas.
Carlos Prado, del Grupo Verona, ha identificado los cinco riesgos más comunes entre los emprendedores peruanos, para que estés atento a las dificultades que podrías enfrentar.
1. Cambio de enfoque de la propuesta inicial:
Todos los negocios se inician con una propuesta de producto o servicio inicial. Como todo negocio en un principio, este demanda un tiempo inicial de maduración, para determinar si la propuesta es acogida o rechazada por el consumidor. Sin embargo, muchos Tromes son impacientes y no esperan a que su idea de negocio madure, y cambian de propuesta. De tener un producto innovador, los Tromes terminan retrocediendo y sacan al mercado un producto estandarizado, creyendo que se equivocaron y que ahora les irá mejor. Por ejemplo, de sacar chocolates orgánicos deciden a los pocos meses sacar chocolates normales, como casi todos los negocios, perdiendo el valor agregado o factor diferencial. Este probablemente es el riesgo más frecuente entre los Emprende Tromes, que podría costarles el futuro del negocio.
2. No contar con acuerdos establecidos con uno mismo o con los socios:
Si no se han establecido acuerdos societarios claros con los socios desde un inicio, se puede terminar poniendo en riesgo el negocio. Con los socios, es importante definir cómo se repartirán las ganancias, las labores y responsabilidades de cada socio, el salario que les corresponde, los bonos de productividad o por generación de nuevos proyectos, entre otros. Sin estos acuerdos claramente establecidos, surgen las rencillas, los celos y las desavenencias, y el futuro del emprendimiento correo peligro. Cuando solo uno es el propietario, como sucede en el caso de las empresas bajo el régimen de las EIRL, se debe acordar con uno mismo qué se hará con las utilidades, cuál será nuestro salario, entre otros detalles, para no chocar ni derrochar las ganancias del negocio en gastos personales.
3. Falta de liquidez:
Un emprendedor debe definir en el costo de cada producto o servicio el porcentaje que le corresponde a los gastos de producción del producto y la ganancia que tendrá por cada uno de ellos. Muchas veces, por falta de planeamiento, muchos emprendedores no costean bien sus gastos de producción o sus gastos corrientes, y terminan generando ingresos por debajo de los costos que necesitan para mantener a flote su empresa. Por otro lado, si no se establecen bien los gastos corrientes que demanda el emprendimiento, se corre el peligro de quedarse sin caja, de coger plata de los gastos de producción, solicitando créditos para cubrir los huecos, generando deuda con los bancos, hasta que uno no tendrá como cubrir el forado que abrió. Una idea de negocio es exitosa cuando es sostenible económicamente.
4. Resistencia al cambio:
Para ser emprendedor tienes que ser sumamente innovador. Uno no puede ir por la vida haciendo lo que otros ya han hecho y hacen mucho mejor que tú. Tienes que tener ideas de negocios sumamente novedosas, que despierten la atención del consumidor frente a tanta oferta en productos y servicios. En ese sentido, uno debe estar atento a las nuevas innovaciones que hagan más eficiente e interesante tu propuesta, para no quedarte anclado en una tecnología que ya no despierta ni interés del público o que simplemente es muy cara. Imagina que estás en el rubro de los sánguches, y preparas unos ricos sánguches de carne, donde existe mucha competencia, pero sabes también que existe una tendencia que poco a poco hace que más personas se interesen por productos vegetarianos. Cerrarte a esa posibilidad es no ver una idea de negocio con futuro. Si no pregúntate por qué los celulares Nokia (si, esos que tenías antes del 2011) dejaron de existir: no se prepararon para la llegada de los smartphones.
5. Cuidado con los proveedores exclusivos: Imagínate que eres el propietario de un restaurante especializado en salchipapas, y tu producto estrella se diferencia del resto de propuestas por unas deliciosas papas nativas que produce un agricultor en las alturas de Huancavelica, quien te provee de estas exclusivas papas nativas. ¿Qué pasaría si ese proveedor tiene una mala cosecha o se le ocurre venderle su producción a otro restaurante porque le ofrece un mejor pago por sus papas? Tu diferencial simplemente se fue al tacho. Cuando uno es pequeño, y depende de proveedores pequeños, y muchas veces informales, debe preocuparse porque su cadena de suministros asegure las condiciones mínimas para ofrecer un producto final sin problemas, o tener un Plan B a la mano cada vez que se presente ese riesgo.