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Emprende Trome| Son muchos los emprendedores que han renunciado a sus trabajos fijos para apostar por el sueño del negocio propio. Guilliana Anchante es administradora y dejó la empresa donde laboraba para dedicarse a tiempo completo a ‘Julieta Nails’, que abrió junto a su hermana Fiorella a un mes de que empezara la cuarentena y debido a las restricciones pensaron en tirar la toalla, pero habilitaron el servicio de delivery que les permitió sobrevivir y abrir dos locales en Breña y en Jesús María.
El buen servicio, pues queremos que nuestras clientas se sientan muy a gusto en el salón y que se vayan contentas. Trabajamos con insumos de muy buena calidad y tenemos a un personal que está constantemente capacitado con las últimas tendencias.
Mi madre se llama Julia. Y como este negocio es de mi hermana y mío, ambas decidimos que debía llamarse así.
En realidad, fui yo quien renuncie a mi trabajo en setiembre porque quería dedicarme al cien por ciento a este negocio, pues quería que crezca mucho más, ver al personal, a los clientes, quería estar al tanto de todo. Yo veo el 80% y mi hermana el resto.
Nosotras hemos hecho un estudio de mercado, porque recorríamos todos los salones de belleza para hacernos las uñas y las cejas. Y este rubro siempre nos gustó, así que pensamos en tener un proyecto que en su tiempo se haría realidad.
Mi mamá se encarga de la administración y la dirección de la sede Breña y la apoyo de vez en cuando. Por otro lado, mi hermana ve el rema del contenido de las rede sociales y también vemos las finanzas de la sede de Jesús María.
Estamos en capacitación constante. Justo ahora estoy llevando un curso de actualización para compartirlo con el personal.
Que sientan que lo que ha invertido, tanto monetario como tiempo de un resultado satisfactorio. Nos esmeramos para que la atención sea personalizada, se sientan cómodas y felices siempre para que se vayan contentas.
Si lo pensamos, porque recién habíamos empezado y no teníamos nada que perder, la inversión fue poca, pero le dimos vuelta al asunto y avanzamos, pues este es el primer obstáculo que se nos presentó en el camino. Con la ayuda de Dios y la de nuestros padres, impulsamos a las chicas, y es así que nace nuestro servicio de uñas a domicilio que fue un éxito.
Nuestra motivación son las ganas de querer crecer, pero lo importante no es pensar solo en nosotras, debíamos enfocarnos en el personal, en los proveedores y en toda la cadena que conlleva este negocio, todos teníamos que salir adelante.
Gracias a Dios lo estamos llevando todo bien y los resultados son óptimos.
Primero queremos potenciar nuestras dos sedes. Hemos pensado que podría haber otro local a finales de año o al siguiente.
Siempre nos capacitamos, hemos llevado cursos de protocolos, de Instagram para tener más acercamiento con los clientes, hicimos talleres para hacer videos, tomar buenas fotos y a crear buenos hashtags. Tuvimos influencers que nos ayudaron a llegar a más gente.
He sido muy arriesgada con el tema de la inversión. Uno piensa que, si te fue bien en un mes, el otro será mejor, sin saber que se venía una pandemia, el dólar sube y los insumos. Te va súper bien en diciembre y en enero vienen las vacas flacas, la gente no tiene plata por el colegio, son cosas que se aprende.
Emprendedores: trabajo constante
Color favorito en uñas: rosado
Sueño: tener una cadena
Julieta: Mi todo.
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