La mañana de este martes no pudo ser más fría, y no por el clima, sino por el fútbol. La selección peruana fue goleada 4-1 por Japón en el cierre de su mini gira por Asia, en la que había vencido 1-0 a Corea del Sur hace algunos días. El plantel de Juan Reynoso y el mismo entrenador no estuvieron a la altura ante un cuadro ‘nipón’ que sacó el máximo de provecho a los errores defensivos y tácticos y que hasta ocasionó una discusión entre Paolo Guerrero y Christian Cueva en pleno encuentro.
El esquema 4-4-2 que lanzó a la cancha el seleccionador peruano terminó rompiendo un equilibrio en la marca y ofensiva y creó debilidad por las bandas. Siete fueron los cambios que ordenó Juan Reynoso, en referencia al encuentro anterior y ninguno respondió con acierto. Analicemos entonces el rendimiento del once que jugó contra los japoneses.
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El portero no tuvo buena respuesta en dos de los cuatro goles que anotaron los locales. Sobre todo en el primero, un zapatazo de lejos de Hiroki Ito que ingresó por el primer palo que siempre debe custodiar un golero. En el cuarto festejo, la definición de Daizen Maeda fue casi al cuerpo, pero terminó doblando su resistencia.
No se sabe si le dieron la función de ser lateral derecho o carrilero por ese sector. Siempre llegó tarde a las jugadas, en el segundo gol le ‘rompieron la cintura’ y su costado fue una ‘avenida’ por donde transitaron Kaoru Mitoma y Kyogo Furuhashi. Tampoco usó la ‘pierna fuerte’ para frenar a los rivales.
Debió trabajar el doble ante el mal partido de Lora, pero terminó apareciendo en la foto del segundo y del tercer gol. Además, se le notó lento al momento de intentar ir a la marca de los veloces atacantes rivales.
El central del Atlas ratificó que no se encuentra en su mejor momento y perdió casi todos los duelos aéreos que disputó. El atacante Reo Hatate lo puso en evidencia más de una vez y deberá mejor mucho de cara a las Eliminatorias.
Desastroso partido del jugador del Feyenoord. Mal parado, perdido en el lado izquierdo y desordenado al momento de salir. López incluso habilitó a Maeda en el cuarto tanto por no levantar la cabeza antes de dar un pase hacia atrás.
Si Japón se dio un paseo en el mediocampo se debe en gran parte a que el volante del Orlando City no agarró a nadie. Cartagena no hace méritos para pelear un puesto en la zona de contención y lució errático al momento de combinar con sus compañeros.
Apeló a su mejor juego, el de los pases largos y en eso estuvo efectivo, aunque muy solitario. El jugador de Sporting Cristal fue uno de los pocos que se salvó en la goleada e incluso pudo descontar con un remate de larga distancia.
No se sabe si arrancó o se quedó en la banca. El mediocampista no apoyó en la recuperación y tampoco tuvo intenciones ofensivas para juntarse con los delanteros. Sus problemas judiciales o el conflicto con el Malmö parece que lo tienen desconcentrado.
Llamado a ser el desequilibrante del equipo, el jugador de Alianza Lima volvió a mostrarse falto de ritmo y hasta terminó recriminado por Paolo Guerrero debido a que no siguió por la derecha al jugador japónes que habilitó para el segundo gol. Por ahora, debe ser suplente.
El jugador de Racing no mostró el famoso “fútbol competitivo” del que hizo alarde y por el que criticó a sus compañeros de la Liga 1. Apenas un pase a Gianluca Lapadula fue el aporte del atacante que parece no acomodarse a tirarse atrás y jugar con otro ‘9′.
El ‘Bambino de los andes’ falló un ‘mano a mano’ que pudo haber cambiado el rumbo del partido. Por lo demás se notó movedizo, pero sin efectividad. Lapadula también parece acomodarse mejor a jugar como único punta y apoyado por los extremos.
La mini gira por Japón acabó con gesto amargo. Ojalá la sonrisa regrese en las Eliminatorias.
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