Paolo Guerrero había conseguido lo que estaba buscando durante los primeros sesenta minutos del partido, esta vez, había quedado solo frente al área rival, encaró al arquero Vanderlei, lo dejó en el camino y solo frente al arco empujó la pelota hasta el fondo de las redes de Gremio. Pero cuando el delantero del Inter de Porto Alegre corría para celebrar el juez anulaba la jugada, anunciando una posición ilícita del peruano y deja el marcador inmóvil en el clásico gaúcho del Grupo E de la Copa Libertadores 2020.