Lo que era un hecho, ahora no está tan confirmado. A poco de culminar la temporada, Kylian Mbappé no define su futuro. El delantero francés y el Real Madrid se encontrarían negociando su llegada, sin embargo, las condiciones en el contrato que prepararon para el jugador del PSG complicarían su próximo vínculo.
Según el diario español El País, se trata de un conflicto que tiene que ver los derechos de imagen de Mbappé. En la cuarta y última oferta que presentó el Madrid, aspira a quedarse con el 50% por el mencionado concepto, algo que decepcionó mucho al todavía delantero del París Saint-Germain.
La propuesta de contrato del Real Madrid por Mbappé daba cuenta de 180 millones en concepto de prima de fichaje, un salario de 40 millones de euros netos anuales y el 50% de los beneficios derivados de su cesión de los derechos de imagen.
Siempre según la citada fuente, la oferta de los ‘Vikingos’ desconcertó a los asesores de Mbappé en cuanto a los patrocinios a pesar de que es conocida la política del presidente Florentino Pérez de quedarse con la mitad de los ingresos publicitarios a todos los jugadores que firma.
En el entorno del también internacional con Francia se quedaron sorprendidos porque en dos años de conversaciones sobre el fichaje del futbolista, el Real Madrid nunca mencionó nada sobre su intención de fijar el 50% de venta de imagen a favor del club.
La abogada Delphine Vertheyden, experta en derechos de imagen, estima que el patrimonio del jugador en concepto de publicidad estaría actualmente alrededor de los 40 millones de euros, pero que podrían ascender hasta los 70 en esta próxima campaña dada la cercanía del Mundial de Qatar.
La decepción de Mbappé con el Real Madrid sería tan grande que, cuando todo parecía listo para firmar por los blancos, estaría dispuesto a renovar con el PSG por una temporada más solo para no darle el gusto a Florentino Pérez de quedarse con la mitad de ganancias por su imagen.
El anhelo de Kylian y sus allegados es manejar por cuenta propia todos los derechos. Así las cosas, el campeón mundial en Rusia 2018 quiere ser quien decida con qué marcas se asocia, qué empresas le patrocinan y en qué actos de publicidad interviene. Lío a la vista.
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