Le dieron la bienvenida con una sorpresa. La selección argentina, que este martes, con Lionel Messi a la cabeza, enfrenta a Brasil por las semifinales de la Copa América 2019, llegó a Belo Horizonte y fue recibida en su concentración por agentes de la Conmebol que sometieron a los jugadores a un inesperado control antidoping.
La selección argentina había entrenado en Río de Janeiro, por última vez, con un día lleno de sol y con una temperatura cercana a los a los 30° en el campo de Fluminense y luego regresaron al hotel para el almuerzo.
Tras el almuerzo en Río de Janeiro, la delegación argentina se subió a un vuelo charter y rápidamente aterrizó en Belo Horizonte, para alojarse en el hotel Radisson Blu. La novedad es que apenas arribó a la concentración, el plantel argentino fue sorprendido por personal de la Conmebol que llegaron al lugar para efectuar un control antidoping de rutina.
Según se pudo saber, esta medida se tomará por igual a los cuatro seleccionados semifinalistas. Afuera, hasta niños brasileños hicieron vigilia en la puerta para ver llegar a Messi y Cía