Esta no es una charla de fútbol, aunque el entrevistado sea uno de los mejores de todos los tiempos. Esta es una conversación de vida, de un muchacho que tuvo muy poco y llegó hasta donde sus sueños lo dirigían. Julio César Uribe, con o sin balón, es un maestro.
‘Negrito’ o ‘qué lindo negro’, normal.
Algunos me sueltan ‘negro con...’.
En la cancha yo decía: ‘Ya te jodiste’. Y lo superaba.
A mí nadie me toca a mi madre, porque me transformo.
Mi chapa era ‘Mina’, como el boxeador.
Cuando a un compañero lo agarraban de punto.
Buscaba al abusivo y arreglábamos las cosas.
No sé cómo me verán, pero eso cambia.
El día que me conocen comentan: ‘Este compadre es de la p... madre, es un deshueve’.
Que todos tenemos maneras de ser, pero lo que no se puede negociar es ser siempre correcto.
Tengo mi familia, hijos que no hablan mal de mí, sino que más bien me agradecen. No hice un hogar disfuncional ni mucho menos alguno se hizo drogadicto.
La consecuencia de dos personas que no se conocían y después se aman.
¿Qué mierda se cree? Y más bien habría que preguntarnos: ¿cómo se cultivó?
Cuando llegué al Cagliari de Italia.
Y me identifiqué con ese estilo.
Empecé así, pero lo corregí para pensar en función de equipo.
Antes era dificilísimo. Un mes para enamorar, luego declararte y esperar una semana para que ten de una respuesta.
Ahora saltan de enamorados directamente a irse a vivir juntos.
Sí y hablo inglés intermedio, que en esta cuarentena lo estoy estudiando y en tres meses debo manejarlo correctamente.
Si quieres te respondo como colombiano: ‘¿Quiubo, paisa?’. O como mexicano: ‘¿Qué haces, chingón?. O como argentino: ‘¿Qué pasa, boludo?’, ja, ja, ja.
Que pase el asilamiento social, nos juntamos a comer y ustedes van de testigos. Allí bailamos.
Hay dos condiciones que se necesitan para asumir ese compromiso: idoneidad y honestidad. Creo que la segunda ya la tengo.
El poderoso siempre sonríe, el pobre necesita reír.
El derecho que nadie nos puede negar.
No puedo comentar nada que me lleve a compararme con mis mejores amigos.
Muy pocos, que era un país de América. Por eso siento que dejé bien puesto el nombre de nuestra patria.
Soy asesor deportivo en la Municipalidad de Jesús María. Junto al alcalde Jorge Quintana García Godos hacemos un trabajo para la gente.
Alimentar el alma y ya nos volveremos a abrazar, de eso no tengo dudas.
Contenido GEC