Por: Fernando ‘Vocha’ Dávila
En los caminos del puerto, uno siempre encontrará un chico que desea ser futbolista, un jugador que ya disfruta de la fama y uno retirado, que dejó huella y hoy cuenta lo que vivió como si fuera ayer.
En el barrio de La Perla está Germán ‘Machi’ Pinillos, que tuvo sus mejores momentos en Cristal y la selección. Todo un libro de anécdotas para ser leídas con atención.
Para patear, pero derecho, sobre todo para comer.
En Cristal me subían a la balanza todos los días.
En la selección era peor. Alejandro Riccino, preparador físico de ‘Pacho’ Maturana, me hacía una dieta para conejo: zanahoria y otras verduras.
Comiendo la carapulcra que me preparaba mi madre.
He ido y probado, está buena, pero no tanto como la de mi mamita.
Varios compañeros y el tío Julio César Antón llegaba, comía, pedía táper para llevar y nunca los devolvía.
Voy, cumplo y salgo. Solo hago lo justo y necesario.
En Cristal dormía con Manuel Earl. Pero era sonámbulo y una noche soñó que estaba peleando y metía puñetes al aire.
No me iba a meter a esa ‘pelea’. Estaba grandazo y de un manazo me mandaba al suelo.
Concentrábamos en el quinto piso de un hotel de Miraflores y al ‘viejo’ Balerio le gustaba tirar bolsas de agua a la gente que pasaba por la calle.
Un día llegué con mi auto, le cayó la bolsa y reventó el parabrisas.
Entré asado, iba a subir y se apareció, me abrazó y se adelantó: ‘Yo he sido, te voy a pagar el vidrio’.
Julinho, cuando tenía la nariz, antes de operarse.
El ‘Tanque’ Eduardo Hurtado del Emelec. Lo enfrenté, fui a sacarlo con el hombro y hasta ahora me duele. Sentí que había chocado contra una pared y lo peor de todo, él ni se dio cuenta que quise tumbarlo.
Cuando llegué al Sport Boys, en el 2000, me dieron la camiseta número 10 y después llegó él, se la di y me paró: ‘Tranquilo, yo agarro la 8. Recuerda que te la he prestado’. Así de humilde y buen tipo era.
Me suspendieron seis meses y Flavio Maestri me ayudó para ir a Chile y encontrar gente especializada. Demostré que estaba limpio.
Le hice solo dos goles: uno en el Apertura y otro en el Clausura. Pero la gente exageró diciendo que siempre le anotaba.
Sí, pero en el momento que tocaba hacer bromas, porque no te recomiendo que conozcas molesto al ‘Ciego’.
Jugando contra San Agustín, en Cristal, me expulsaron por meterle un codazo al rival.
Saliendo del campo me advirtió: ‘Conmigo no vuelves a jugar’.
Iba a entrenar y no me dirigía la palabra. Casi dos meses llegaba y nunca me hablaba. Hasta que volví y nunca más me sacaron tarjeta roja.
No, pero siempre quise ser arquero, pero en el colegio un profesor se dio cuenta que era zurdo y me dijo que juegue en otro puesto. Pero en las pichangas, entre compañeros, siempre he atajado.
El de 15 años quiere ser portero y lo voy a apoyar.
Sí y trabajo con adultos, en la perfección de su técnica. Que nos busquen en Elite Talent Sport. Y voy a dirigir, desde abril, al equipo del Citen.
Gracias al diario Trome por hacerme recordar los buenos momentos del fútbol.
Contenido GEC