Mi gente maravillosa y fieles seguidores de La Fe de Cuto seguimos contando y disfrutando de cada programa semana a semana. Jorge Soto sorprendió gratamente a todos por su presentación con tanta alocución que hasta él mismo se sorprendió. Ahora se viene la entrevista con Ysrael ‘Chachete’ Zúñiga, un delantero que siempre lo quiero tener en mi equipo. Un goleador de aquellos.
Hace unas semanas, escribí sobre mi amistad con Franco Navarro, mi coach, como le digo de cariño. Ese día me escribió y me gastó unas bromas, fiel a su estilo, con esa amistad generosa que tiene conmigo, me prometió estar pronto en mi programa y adelantó que va a revelar mucho aguadito. Los ganadores serán mis seguidores. Con él viví momentos cumbres y pasé situaciones inolvidables en mi carrera.
Pero más allá de las bromas, ese día, en mi columna me quedé corto, con la gran labor del ‘Pepón’, como le dice la prensa deportiva. Como entrenador peruano de mucho éxito, lleva unos 25 años dirigiendo ininterrumpidamente y por lo general con equipos de bajo presupuesto, pero él se las arregla para hacer grandes campañas. Y es verdad, Navarro se ha forjado un nombre contra viento y marea, día a día superando obstáculos para ganarse ese respeto en la cancha como jugador y luego en la banca como entrenador. Y lo que es la vida, esas paradojas que nos trae. En el año 1998 Franco Navarro dirigía a Cristal en aquella final ante Universitario.
Era el inicio de su carrera como técnico y en mi caso eran mis primeros años en el fútbol profesional. Aquel año 98 con Universitario ganamos el primero título de lo que luego se convertiría en tricampeonato cuando se ganó los títulos del 99 y 2000. Para Franco Navarro fue una de las dos ocasiones más cerca que estuvo de ganar el título nacional (la otra fue en el año 2010 con León de Huánuco), pero lo perdió y me culpa a mí, ya que en el primer partido cuando Cristal nos ganaba cómodamente por 2 a 0, tuve la ocasión de anotar un gol que dejaba la llave abierta con el 2 a 1, ya que los goles valían y en la revancha superamos a Cristal por 2 a 1 y ganamos el título en penales.
Mi gol de descuento de esa tarde fue a pura garra, a puro temperamento, a cojones, fue una jugada en la que yo había decidido llevarme el mundo por delante, iba con tanta potencia y sobre todo con convicción, recupero la pelota, la juego con Marko Ciurlizza, quien me la devuelve en pared y me voy con todo y cuando me sale a la marca Paulo Zabárbulo me lo llevo por delante y luego aparece en escena Miguel Rebosio y lo supero con velocidad, ya estaba en viada, y quedé frente al arco celeste y rematé fuerte al primer palo de Óscar Ferro y veo que mi disparo infla las redes y explota la hinchada crema y salté la valla con una facilidad por mis piernas largas y la velocidad en la que venía para quedar más cerca de la tribuna popular norte y festejar con la hinchada merengue. Inolvidable el gol.
En una noche mágica logramos alzar la copa de campeones ese año 1998 en el Estadio Nacional. Todavía no existía el estadio Monumental, pero fue el primer paso para luego consagrar una trilogía que se celebró en el moderno estadio de Ate. Algo que marcó a muchas generaciones de hinchas cremas y que solo un puñado de jugadores ostentan el privilegio de haber sido parte de esa gesta.
Ese año 98, Cristal era favorito por plantel y por como llegaba a esa final. Nosotros supimos jugar la final con carácter y pudimos equilibrarla para ganarla en penales.
Ese plantel celeste tenía a grandes jugadores de la talla del paraguayo Javier Ferreira, Jorge Soto, Ismael Alvarado, Miguel Rebosio, Roger Serrano, Pablo y Carlos Zegarra, aparecía el ‘Cóndor’ Andrés Mendoza y German Carty. Pero en esa final, nuestro juego y garra se impuso para ganar el título.
Por eso, cuando lo tuve por primera vez a Navarro como DT, allá en el año 2008, cuando llegó a Juan Aurich medio en broma, medio en serio me dijo. “Por tu culpa no fui campeón”. Efectivamente ese año 98 nos llevamos el título luego de una definición por penales.
Otra oportunidad que Navarro estuvo cerca al título nacional, fue en el año 2010 cuando nos volvimos a juntar en León de Huánuco. Esa final la perdemos ante San Martín. Ese año nacieron las frases que la gente lo hizo popular como: “Tengo hambre y le hice la de Ronaldinho”. Es un año que recuerdo con mucho cariño.
Pero él es un entrenador que ha ganado cosas muy importantes con clubes denominados chicos, de bajo presupuesto, pero que ha logrado objetivos como clasificar a la Copa Libertadores, Copa Sudamericana y torneos internacionales de mucha importancia. La lista de logros es enorme. También ha logrado el objetivo de salvar la categoría a clubes como lo hizo con Juan Aurich aquel año 2008, algo que parecía imposible, lo hizo posible. Ahora está cerca de clasificar a la Copa Sudamericana con ADT de Tarma. Un equipo chico y de bajo presupuesto, pero que solo Franco Navarro sabe darle esa dosis a sus jugadores para hacer del equipo que sea protagonista y dispute por grandes objetivos.
Una vez más me alegra que a mis amigos le vaya bien y Franco Navarro se lo merece.
Nos leemos el próximo lunes.
Paolo Guerrero y las razones del distanciamiento que tiene con Claudio Pizarro
Erick Delgado habla de la “mecha” con Andrés ‘Cóndor’ Mendoza
Versus de hermanos: Jorge Soto recordó la rivalidad que tenía con su hermano ‘Pepe’ en los clásicos
Contenido GEC