Mi gente de ‘La Fe de Cuto’ veo que se han devorado el programa con los hermanos Guizasola, ellos son únicos, tienen la chispa a flor de labios y casi nunca están tristes, así la estén pasando mal, para ellos siempre habrá una sonrisa para la vida. Por eso en cada reunión que podía coincidir con ellos la pasaba súper bien con cada ocurrencia de estos dos narradores de cuentos, sobre todo con Roberto, el menor, el más candelero. Por eso la última edición de ‘La Fe de Cuto’ salió espectacular con ambos hermanos.
A Roberto Guizasola lo comencé a conocer antes de tener contacto con él. Era mi sobrino Jefferson Farfán quien me hablaba de sus ocurrencias en el día a día ya que se conocen desde las divisiones menores de Alianza Lima y del colegio Los Reyes Rojos donde compartieron por muchos años y fueron cómplices de muchas travesuras.
Pasó el tiempo y el vaivén de la vida hizo que en el año 2009, Franco Navarro lo lleve a Chiclayo para reforzar a Juan Aurich, equipo al que habíamos salvado la categoría el año anterior de la mano del ‘Pepón’ y Leo Rojas luego de una impresionante campaña en el tramo final del año 2008. El popular ‘Tatún’ había jugado en Cienciano la temporada 2008 y llegó al norte con mucha expectativa y de mi parte lo recibí con esa curiosidad de tener de cerca a ese personaje del cual se tejían muchas historias y leyendas.
Efectivamente ni bien lo conocí me di cuenta de lo histriónico que era Roberto Guizasola, era un verdadero espectáculo pasar un momento con él ya que paraba fresco, era capaz de inventar una historia y hacer de cada reunión un momento muy agradable. Por eso, cuando lo fui conociendo más le puse su chapa de ‘Narrador de cuentos’ y que solo le faltaba el perro en alusión a la serie que se emitía en canal 2 en la que aparecía un viejo contando cuentos.
El tiempo fue pasando y con Roberto hice una buena química y con él tengo muchas anécdotas productos de reuniones y de los años que compartimos en Chiclayo. Es más, el propio Reimond Manco ha confirmado que la popular frase de ‘Tócame que soy realidad’ es de la autoría de Roberto Guizasola. Así es él una persona que en cualquier momento te saca una sonrisa y que tira una frase que quedará con su sello como el recuerdo de dicha reunión.
En algún momento de la vida, le impactó la película Scarface (cara cortada), por eso viste y le gusta lucir como el personaje de Tony Montana que es interpretado por Al Pacino.
Mi sobrino Jefferson había llegado de vacaciones a Lima procedente de Europa y nosotros estábamos en Chiclayo. Un día nos invitó para vernos en la noche en su casa de Surco. El reto que tuvimos que hacer fue agarrar un vuelo desde Chiclayo a Lima por la tarde para retornar a Chiclayo al día siguiente muy temprano. Esa noche la pasamos muy bien con mi sobrino Jefferson y Roberto Guizasola y fuimos testigos de sus innumerables ocurrencias que hicieron de las horas compartidas un momento muy especial.
Para el retorno, la única manera de poder llegar a tiempo, fue agarrando un vuelo desde Lima a Piura y de ahí agarramos una movilidad que nos llevara directo al entrenamiento del Juan Aurich. Y, por si acaso, fuimos los primeros en llegar al entrenamiento.
El popular ‘Cucurucho’, la otra chapa de Roberto Guizasola, tiene una habilidad de envolverte y ganarse un permiso o un perdón como el que se lo hizo a Franco Navarro, a quien le hizo llorar de emoción.
Estábamos en Juan Aurich y Roberto Guizasola había sido elegido para ser padrino de un sobrino en Puente Piedra. Sacarle un permiso a Franco Navarro era casi imposible. Luego de muchos días de solicitar permiso, mi Coach le dio una tarde luego del entrenamiento matutino en Chiclayo, pero debía estar presente al día siguiente en el entrenamiento con todo el equipo. Al día siguiente nunca apareció. Y cuando lo hizo Franco Navarro no lo quería ni mirar. Ante esta situación, a Roberto no se le ocurrió otra forma de ablandar el corazón de Franco Navarro para ganarse el perdón sacando un As bajo la manga.
Había guardado una foto en su billetera en la que Franco Navarro cargaba en sus brazos a Roberto Guizasola cuando éste tenía apenas 2 años. Ante los rechazos de Navarro, Cucurucho sacó la foto y le dijo: “Tú eres mi padre, mira esta foto”, le dijo Roberto a Franco mientras que él miraba muy sorprendido la fotografía al punto que los ojos se le humedecieron. “¿De dónde sacaste la foto?”, preguntó Navarro; él le respondió: “para que veas, tú eres mi padre”.
Efectivamente, la foto era real. Franco Navarro cuando vino de Aguaytia sus padres se fueron a vivir a Puente Piedra y se hizo muy amigo de Guillermo La Rosa y toda su familia. Alejita La Rosa, mamá de Roberto y Guillermo, es hermana de Guillermo La Rosa. Luego de ese momento, una vez más, Roberto Guizasola se ganó el perdón de Franco Navarro. Una vez más Roberto hizo posible un perdón solo con esa picardía que él tiene.
En la última entrevista a los hermanos Guizasola fui ‘víctima’ de sus ocurrencias con ‘Los cachitos de la vida’ lo cual me generó una sonrisa muy especial ya que ellos tienen clase para gastarme una broma. Me alegra de manera muy especial que Roberto haya sacado adelante la ONG La Casita de Alejita, nombre en honor a su madre, organización que ayuda a muchos niños con talento en el fútbol. Roberto Guizasola es sin duda un amigo que ha sorprendido a muchos por su gran corazón para ayudar a muchos niños de escaso recursos económicos.
Nos leemos el próximo lunes.
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