Juegos de Tronos. Diego Gonzales Posada, hasta hace pocos meses uno de los personajes más poderosos en Alianza Lima, ha decidido dar ‘un paso al costado’ a seguir formando parte del Fondo Blanquiazul, grupo de acreedores que manejan el presente del cuadro victoriano y explica sus razones.
El exdirectivo se vio obligado a vender sus acreencias desde junio, por un ‘movimiento’ inesperado de sus socios que él nunca conoció. Hoy cuenta algunas decisiones que lo animaron a dejar en manos de otros el futuro del cuadro victoriano.
“Mis socios de manera inconsulta y no comprensible, decidieron vender sus acciones en el Fondo a una empresa, un tercero, cuyos accionistas no conozco. No sé quiénes son los nuevos acreedores, las decisiones tomadas, muchas de ellas, no las comparto. Una de ellas fue nombrar a un nuevo gerente general en reemplazo de Fernando Salazar, el señor José Sabogal, notificarme, ni consultarme”, dijo el empresario patr El Comercio.
El dejar su posición de privilegio lo hace hablar con dolor sobre el presente del Fondo Blanquiazul. “Desde el 9 de junio dejé de ser el presidente del Fondo, ahora son otras personas, a las que nadie conoce. Ahora toman el control del principal acreedor del club y son ellos los principales responsables de lo que ocurra. Es un reto grande, porque le hemos dejado un club totalmente en azul, fortalecido y sólidamente consolidado institucional, económica y deportivamente”, apuntó.
Pasarlo por encima, en las nuevas decisiones que afectarían al club fue motivo suficiente para que, Gonzales Posada decidiera romper su relación con los nuevos acreedores del Fondo Blanquiazul y de este grupo.
“En el despido del señor Salazar, no me convocaron para discutirlo como Fondo, ni quién iba a ser el nuevo gerente general. Entonces ahí empezaron a haber cosas que yo no veía correcto en un buen gobierno corporativo y decidí dar un paso al costado. Si no puedo controlar el futuro de la institución que tanto quiero, entonces prefiero no estar”, sentenció.
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