Un hombre entrado en depresión corre el riesgo de tomar las más duras decisiones, hasta abandonar lo que más ama. Óscar Vílchez vive una etapa de derrumbe emocional. La historia empezó el último domingo en ‘Nueva Cajamarca’.
Inició las acciones con Alianza Lima ante Unión Comercio, pero a los 15’ tuvo que abandonar la cancha porque sufrió una lesión en la planta de su pie izquierdo. En el vestuario, Óscar Vílchez empezó a soltar lágrimas de impotencia.
El lunes, ya en Lima, el cuerpo médico de Alianza Lima arrojó la sentencia: tres semanas de para como mínimo. Es decir, se despide del Apertura. La noticia terminó por derrumbar a Óscar Vílchez y cuentan los de su entorno más íntimo que estaría pensando dejar el fútbol, debido a que siente que lo persigue una maldición que no le permite estar tranquilo.
Lo mejor es dejar que Óscar Vílchez piense, recapacite y que, a medida que pasen las horas, entienda que malos momentos sufrimos todos.
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