Tras 77 minutos de juego, Christian Cueva salió del césped del estadio Alejandro Villanueva ‘Matute’ como no lo había hecho antes en el año. El volante íntimo se fue aplaudido por las cuatro tribunas al ceder su puesto a Pablo Lavandeira cuando Alianza Lima ya ganaba por 4-1 y se disponía a celebrar el campeonato del Torneo Apertura ante su colosal hinchada.
Cueva, quien había jugado siete partidos con el conjunto de La Victoria, se sabía en deuda con el club, los hinchas y consigo mismo debido a su rendimiento en los últimos encuentros, muy lejano de la expectativa que generó su incorporación al plantel en marzo. Su falta de estado físico y poco ritmo futbolístico le pasaron factura en la escena local e internacional.
En deuda en la Copa Libertadores
Las críticas contra Cueva se acentuaron luego de la expulsión que sufrió ante Unión Comercio por un supuesto reclamo desproporcionado contra el árbitro, y llegaron a la cúspide tras su debut en Copa Libertadores ante Atlético Paranaense, el único partido copero en que fue titular porque ‘Chicho’ Salas no lo volvió a considerar desde el saque en los choques restantes.
Cueva fue suplente ante Libertad, Atlético Mineiro y en el partido de vuelta ante los paraguayos. En los dos primeros no fue trascendente cuando ingresó, pero mostró alguna recuperación en los últimos 20′ de juego ante Libertad en Maute, que no fueron suficientes para impedir la derrota de los íntimos en un partido clave para asegurar su continuidad en lid copera.
La noche del 28 de mayo, Christian Cueva fue titular ante Binacional y se mostró más dinámico en el campo de juego, con pases acertados y organizando el juego de los locales. Forzó la jugada que concluyó en el primer tanto de Hernán Barcos (2-1), asistió a Bryan Reyna en el segundo tiempo (3-1), y anotó un golazo por encima de la cabeza al portero visitante para el 4-1.
La hinchada se lo reconoció con una sonora ovación y fuegos artificiales durante los festejos por el campeonato, pero la deuda con Cueva sigue pendiente. Por eso, al término del partido, dijo que el plantel no se ha olvidado de la Copa Libertadores. “Toca celebrar, pero no nos vamos a olvidar de estas dos finales de Libertadores y Dios mediante podemos revertir esta situación”, señaló.
El conjunto blanquiazul se encuentra último en la tabla de posiciones del Grupo G de la Copa Libertadores con 4 unidades y su próximo encuentro será ante Atlético Mineiro en Lima para después visitar a Atlético Paranaense en Brasil. Los íntimos deberán usar todas sus fortalezas para tetan una clasificación a octavos final que es esquiva desde hace más de una década.
Cueva, quien parece haber recuperado su mejor versión, puede ser el líder que necesita el equipo para obtener ese propósito o perderse como un miembro más del plantel que quiso y no pudo.