La ruta al Mundial 2026 podría sufrir un giro inesperado en la Concacaf. La selección de Surinam, una de las revelaciones del proceso clasificatorio, corre serio riesgo de quedar excluida del repechaje intercontinental debido a un conflicto administrativo que amenaza con sacarla del mapa internacional. El problema no es futbolístico, sino institucional, y ya encendió las alarmas en la FIFA, con impacto directo en el cruce ante Bolivia.
El combinado conocido como los ‘Suriboys’ había logrado una campaña que sorprendió a propios y extraños. Contra todo pronóstico, puso en aprietos a Panamá, superó con autoridad a la Guatemala de Luis Fernando Tena y selló su clasificación dejando fuera a la Honduras de Reinaldo Rueda, gracias a un gol agónico que lo mantuvo con vida en la carrera hacia la Copa del Mundo. Todo estaba encaminado para disputar el repechaje en marzo, en Monterrey, frente al elenco altiplánico.
Sin embargo, la ilusión comenzó a resquebrajarse cuando un tribunal judicial ordenó el congelamiento de las cuentas bancarias de la Federación de Fútbol de Surinam (SVB), producto de una demanda interna. Esta medida generó un efecto dominó dentro del fútbol surinamés, provocando serias limitaciones operativas, económicas y logísticas, al punto de desencadenar la renuncia del técnico Stanley Menzo a inicios de diciembre.
El escenario se torna aún más delicado porque la FIFA prohíbe expresamente que las federaciones nacionales acudan a tribunales ordinarios para resolver disputas internas. De confirmarse una violación a este principio, el máximo ente del fútbol mundial podría aplicar sanciones severas, que incluyen la suspensión o exclusión de competiciones oficiales, lo que dejaría automáticamente a Surinam fuera del repechaje rumbo al Mundial 2026.
Mientras la FIFA guarda silencio, en Centroamérica ya se barajan posibles escenarios. Diversos medios regionales aseguran que, si Surinam queda fuera, su lugar podría ser ocupado por Honduras, como el mejor segundo ubicado sin clasificación directa, o por Guatemala, que terminó tercera en el grupo de los ‘Suriboys’. Otra alternativa que se maneja es que Bolivia avance directamente a la siguiente instancia, accediendo sin jugar al duelo decisivo frente a Irak.
Por ahora, la incertidumbre domina el panorama y el reloj avanza. La situación de Surinam no solo pone en jaque su histórica oportunidad mundialista, sino que también podría reconfigurar el camino de Bolivia y del resto de selecciones involucradas. A la espera de una decisión oficial de la FIFA, el repechaje del Mundial 2026 vive horas claves, con un desenlace que promete sacudir el tablero del fútbol internacional.
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