El Manchester United consiguió un triunfo clave para recuperar terreno en la Premier League tras imponerse con claridad por 4-1 a Wolves en el Molineux Stadium, en un duelo correspondiente a la fecha 15 del campeonato inglés. Los dirigidos por Rúben Amorim lograron una actuación sólida, liderada por un Bruno Fernandes nuevamente determinante en cada tramo del partido.
Los ‘Red Devils’ mostraron mayor intensidad y control del balón. Ese dominio temprano encontró recompensa a los 25 minutos, cuando Bruno Fernandes apareció sin marca en zona ofensiva para definir con categoría tras una asistencia precisa de Matheus Cunha. Parecía que la visita tenía la tarde bajo control, pero los locales reaccionaron con gol de Jean-Ricner Bellegarde y convirtió el 1-1 a los 45’+2, golpeando el ánimo del United antes del descanso.
La segunda mitad mostró a un Manchester United más agresivo y decidido a recuperar la ventaja cuanto antes. El plan funcionó rápidamente, pues Bryan Mbeumo apareció a los 51’ para empujar un balón servido por Diogo Dalot y devolverle la ventaja a su equipo. Ese tanto reordenó al elenco de Amorim, que desde entonces dominó el trámite del encuentro y encontró más espacios ante un rival obligado a adelantar líneas.
Con el control absoluto del juego, el United aumentó diferencias a los 62 minutos. Mason Mount culminó una gran acción colectiva para poner el 3-1 en el marcador y encaminar un triunfo que ya era inapelable. El golpe final llegó a los 82’, cuando Bruno Fernandes selló su doblete desde el punto penal, cerrando así una jornada brillante a nivel individual y colectiva para los ‘Red Devils’.
Gracias a esta victoria, el Manchester United asciende al sexto lugar de la tabla con 25 puntos, acercándose a los puestos de clasificación internacional (Champions League). Del otro lado, Wolves vive una realidad completamente distinta: continúa último en la Premier League con apenas 2 unidades en 15 jornadas, una situación alarmante que complica sus opciones de permanencia en la élite del fútbol inglés.
La fecha 16 será clave para ambos equipos. Manchester United volverá a jugar en Old Trafford, donde recibirá al siempre competitivo Bournemouth el lunes 15. Wolves, por su parte, tendrá una prueba aún más dura al visitar al líder Arsenal el sábado 13, en un calendario que no da respiro y que podría profundizar la crisis del conjunto colista.
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