El ex piloto de Fórmula 1, escocés David Coulthard, hizo pasar momentos de tensión y de mucha adrenalina a incautos peatones que abordaron su taxi, sin pensar que estaban a merced de uno de los pocos seres humanos capaces de controlar completamente un auto, las curvas y la velocidad.
El ganador de 13 carreras en la Fórmula 1, ocupante de 62 podios entre 1994 y 2008, además de subcampeón del mundo en 2001 detrás de un histórico como Michael Schumacher, se puso una gorra, un bigote falso y barba postiza para no ser reconocido por los desprevenidos pasajeros de su taxi.
Como si se tratara de un coche de Fórmula 1, David Coulthard, solo esperó que sus pasajeros se abrochen el cinturón de seguridad para pisar a fondo el acelerador y exigió su taxi en maniobras casi imposibles, que aterraron a sus víctimas.
Las cámaras ocultas colocadas en el interior del automóvil captaron los gestos de sufrimiento de los clientes, que no podían creer los movimientos del ex piloto de McLaren y Red Bull, pero al final todos llegaban con bien a su destino, que era lo que buscaba reforzar la compañía de seguros Aviva de Inglaterra, en su nueva campaña para el 2017.