Ángel Di María volvió a salvarle el pellejo a Thomas Tuchel y a a todos sus compañero del PSG, no solo con su calidad sino también con su picardía, esa que se ha lucido en el área del Montpellier y buscar despedirse de la Ligue 1 de la mejor manera.
Dos autogoles habían dado un cuota de rareza al partido que se jugaba con la presencia de un Neymar, irreconocible en el campo.
Ambroise Oyongo ( 12') la metía en su propio arco y lo mismo haría once minutos después Presnel Kimpembe (22) ante la mirada desconcertada de Gigi Buffon.
Pero la salvación para el PSG llegaría en el segundo tiempo en una acción de Marquinhos que sobre los 62' pisa el área y un despeje que quedó huérfano cerca de la puerta, fue recogido por Ángel Di María quien en una especia de carrusel logra quedar frente al arco y definir.