Mis seguidores, seguimos más firmes que nunca por estos lares para contar mis experiencias en el fútbol, como en la vida, y por supuesto todos los viernes con el estreno de un nuevo capítulo en La fe de Cuto. Tienen que ver la entrevista con Eva Ayllón y alístense para el entreno de la entrevista con Martín ‘Redondo’ Hidalgo.
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Ahora les quiero contar un poco la historia del profesor Luis Strat Díaz, el entrenador que me dio la oportunidad de empezar mi carrera en el fútbol en un pequeño y humilde equipo llamado “Yo Calidad” del Callao, por el cual pasaron muchos jugadores que luego llegaron al fútbol profesional.
En el barrio de Chacarita, en un hogar humilde veo a Luis Strat, para mis amigos de mi generación y para los vecinos del barrio simplemente ‘Pocho’. Los años le han pasado factura, pero sigue con la memoria intacta, pese a sus 79 años, siempre bien acompañado de una bicicleta, que luce estacionada en el frontis de su casa, con la cual sigue recorriendo el barrio como en sus años mozos cuando iba de cancha en cancha o de pista en pista para ver las pichangas y seleccionar a los nuevos valores para su equipo Yo Calidad.
Cuto Guadalupe y Luis Strat. Foto: Trome
Le paso la voz y de inmediato me reconoce. Mientras que sus ojos se humedecen, me da la mano y me hace pasar a su casa en la que ni bien ingresas es como entrar al túnel de los recuerdos ya que prácticamente toda la sala está cubierta por muchas fotos de los distintos equipos que formó y con los cuales participó en un sin números de competiciones, que ahora sirven de mural para recodar sus pasos en el fútbol.
La sala de su hogar podría ser fácilmente un museo de fútbol del Callao. Te puedes encontrar con fotos de jugadores como Martín Hidalgo, Alfonso ‘Puchungo’ Yáñez, Andrés ‘Balán’ Gonzales, Tonny Algueda, Jorge ‘Chino’ Huamán, Giancarlo Carmona, Yoshimar Yotún y la lista es interminable. Obviamente, hay fotos de miles de jóvenes que no llegaron al fútbol profesional, pero que este hombre les dio la oportunidad de practicar el deporte y así alejarlos de lo malo.
‘Pocho’ es un ojeador o scout de los más grandes del Callao. Recorría sobre una bicicleta todos los barrios, (siempre lucía una gorrita, nunca lo vi sin ella), como Puerto Nuevo, Chacarita, Corongo, Santa Marina Norte y Sur, Gambeta y más barrios, y seleccionaba a los chicos más destacados para incorporarlos a su equipo. Si ‘Pocho’ hubiera pedido derecho de formación de los tantos jugadores que formó, otra hubiera sido su situación actual, eso lo aprovecharon otros y el buen ‘Pocho’ nunca se benefició de eso derechos.
Cuto Guadalupe de niño. Foto: Trome
Conversar con ‘Pocho’ me hace recordar eso años maravillosos de mi vida. Recuerdo que participamos en la Copa Ídolo y la Copa de la Amistad. Precisamente luego de mi participación en el último certamen en mención, el club Cantolao hizo un reclamo por mí. Según lo que recuerdo es que reclamaron porque yo era muy grande para tener 10 años. Ese día tuve que ir a dar mi descargo acompañado de mi mamá María, de cariño mamá Prince.
Luego que mi madre realizara mi descargo y mi defensa ante la Comisión de Justicia el club Cantolao le hizo la propuesta para luego integrar al club como becado, es decir que no iba a pagar nada. Eso fue una buena noticia para la familia y seguir mi sueño de ser futbolista profesional.
Cuto Guadalupe de niño. Foto: Trome
Después de una charla amena recordando diferentes momentos y de ver muchas fotos me despido de él, me hace saber que necesita de un apoyo. Ahora, luego de la pandemia, de la COVID-19, ya no puede realizar lo que más le gusta, seguir buscando nuevos valores del fútbol del Callao. Ahora, a los que en algún momento nos ayudó, nos toca darle una mano al buen ‘Pocho’.
Nos leemos el próximo lunes.
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