La segunda parte de la entrevista de Carlos Galván en La fe de Cuto.
La segunda parte de la entrevista de Carlos Galván en La fe de Cuto.

No hay primera sin segunda. Mi gente de ‘La fe de Cuto’ volvemos con la parte final de la entrevista a Luego de haber l, el ‘Negro’ tiene aún harto aguadito para compartir con todos ustedes.

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En esta edición, Carlos Galván nos cuenta sobre al vez que ‘mandó a ajustar’ a Raúl Ruídiaz cuando jugaba en el América Cochahuayco, filial de Universitario de Deportes, luego de que empezara a lucirse en el equipo con sus jugadas.

Finalmente, nos cuenta también sobre su etapa en la Vallejo, su emprendimiento con su licorería ‘Río Negro’. Además, se anima a contestar cuál fue el mejor contrato en su carrera. Ayayay. Empezamos, mi gente, no se olviden nunca que la fe es lo más lindo de la vida.

¿Es verdad que mandaste a ajustar a Raúl Ruidíaz?

¿A ajustar? Sí, en la práctica cuando aparece el ‘chato’... no el ‘chato’ es mi causa. Apareció el ‘chato’, él estaba en América Cochahuayco y hacíamos a veces la reserva o la primera de América Cochahuayco contra nosotros. Ese día hicimos práctica de fútbol en Campomar y aparece este enano, nos estaba pegando un baile a todos, a mí, a Galiquio, a todos. Le dijo a John ‘vamos a tenderlo a este porque estamos pasando vergüenza, capaz que Juan se achora y no nos pone a nosotros’, hasta eso pensamos, mira la competitividad que teníamos, no queríamos pasar vergüenza, queríamos hacer una buena práctica. Va jugando y John lo golpea en la pierna, se escucha ‘uaaa’, el ‘chato’ se levantó y siguió, se la aguantó como los machos, seguía, conchudo. Me tocó a mí, cuando lo estoy midiendo escucho a Juan decir ‘no no no, lo precisamos para el fin de semana, déjalo tranquilo’.

Carlos Galván vio los inicios de la carrera de Raúl Ruidíaz en el año 2009 (USI)
Carlos Galván vio los inicios de la carrera de Raúl Ruidíaz en el año 2009 (USI)

¿Cómo fue la vez que tuviste que ir al baño en pleno partido?

Ese día, tres o cuatro jugadores no jugaron. Fue contra el Boys, la noche previa al partido comimos normal y se ve que dos o tres estaban con la guacha floja, y yo también, y esos tres no se animaban a hacerla, dijeron ‘no juego’, yo sí quise jugar, yo quería jugar como sea. Comienza la entrada en calor, todo normal, comienza el partido, todo bien, como que voy a un cruce y siento... me voy a otro cruce y ‘me cag...’, decía ‘por favor, que no la tiren larga’, no quería hacer un esfuerzo, encima estábamos con short crema. Dije ‘qué hago’ y antes de pedir permiso pensé en todas las opciones que podían haber, me voy detrás del arco, detrás del cartel, pensé en cinco opciones mientras jugaba, hasta que en una jugada ya no aguanté. Yo pensaba que si me iba al baño ya no iba poder volver a jugar. Fue penal para la U y me voy a réferi, le dije lo que me estaba pasando y me dijo, ‘sales como lesionado y vuelves a entrar’, me salí corriendo, tenía el escalón alto en la puerta y me tiré, caí al baño, luego ya volví. Me dieron un par de pastillas para atracar y continué con el partido. Me llamaron de Argentina, de Brasil, de Paraguay, mis amigos, una vergüenza...

¿Quién tomó la iniciativa de salir de la mano en 2009, cuando la U campeonó?

Fue una decisión entre todos. Esa charla en el vestuario, la mayoría hace una arenga, las pulsaciones están muy altas, pero yo hablé más psicológicamente, hablé calmadazo y les decía ‘muchachos recordemos a nuestras familias, lo que nos costó llegar hasta acá’, fui por ese lado, a tocarles otras fibras y la verdad que ahí no se quién dijo, ‘por qué no entramos todos de la mano’. Yo estaba con mis hijas, entramos todos juntos, fue impresionante, teníamos una unión, el grupo era lindísimo, la gente llegaba más temprano a entrenar y se iba más tarde. Del fútbol lo que más extraño es eso, esa convivencia, te matabas de la risa, era el momento de relax del futbolista.

Negro Galván afirma nadie puede obligar a Reynoso a hablar con la prensa
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¿Qué hizo Reynoso tras salir campeón con la U?

Yo en esa época tenía una BMW y se la vendí a Miguel Torres, me compré una camioneta. Salgo de la marca BMW y me fui a otra. Comienza el campeonato, llegamos a las finales y nos dijeron cuánto va ser el premio, lo peleamos duro. No estaba Juan, estábamos Ñol, Piero, Raúl, yo, llevamos a un par de chicos para que escuchen cómo es una negociación. Estaba toda la comitiva, yo era la carne de cañón. Nos dijeron que nos iban a dar 100, dijimos que no y nos fuimos. Nos preguntaron cuánto queríamos y les dijimos 500 mil dólares, dijeron que no pero les empecé a sacar números, tenía todo anotadito. Nos ofrecieron 200, al final llegamos a 300. Pasa todo el año y en una charla con Juan le pregunté ‘¿cuál va ser tu cariño si salimos campeón?’. Nos dijo que nos regalaría su carro. Salimos campeón y los muchachos me preguntaron, les dije que me acompañen a una agencia para venderlo rápido, el carro salía 42. Las agencias me dijeron que no lo podían vender ahí mismo y los muchachos querían la plata calientita. Les dije que tenía 35 y me dijeron que ya. Eran como 2 o 3 lucas por cabeza, entonces me salió 33 y me compré el carro y luego lo vendí a 40, business son business, voy a ser tonto, yo ofrecí. Me lo habré quedado seis o siete meses y luego lo vendí, hice mi negocio.

¿Qué anécdotas tienes de tu paso por la Vallejo?

Espectacular. Cuando no arreglo el contrato con la U, me hubiese encantado terminar mi carrera en la U, ya era veterano, tenía 39... yo quería el reconocimiento de la gente, no del dirigente, estaba Pacheco, era un quilombo, hacía nueve meses que no cobrábamos, estaba Chemo de entrenador. Yo quería que me hagan mi despedida en la noche crema y me retiraba, no pasó eso. Yo veía que no me llamaban, comienza la pretemporada de la U y dije ‘ya fui’. Me llama de España el hombre, César (Acuña), me llama a la casa de mi papá y me dice que querían que estuviera en Vallejo. Me mandó mi pasaje para Lima y me dijo que lo esperara para irnos a Trujillo. El primer año nos fue bien, habíamos peleado el campeonato, pero teníamos un plantel complicadito. En octubre, en mi cumpleaños, el 28 de octubre, viene Richard Acuña a saludarme y como regalo, me da un año más de contrato sin un sol más. Me quedé un año más y después me retiré. Me sorprendió Richard. Estuve ahí hasta el 2013 que me retiro.

César Vallejo renovó contrato a Carlos Galván
César Vallejo renovó contrato a Carlos Galván

De ahí me voy de vacaciones y me llaman para ser asistente técnico de UTC, con cero experiencia, para ser asistente de Rafo. Ahí empiezo a incursionar en mi vida de entrenador. En primera fue UTC y Comerciantes Unidos, pucha Cutervo terrible, el frío que hacía, ahí el diablo perdió el poncho. Una vez perdí un partido y estaban asados, todavía no llegábamos a Cutervo, estábamos en Bambamarca creo, cortaron la carretera, y nos bajaron, tuvimos que ir caminando a Cutervo, como cinco horas caminando. Después fui a Pacasmayo, lindos recuerdos, las playas son espectaculares, trabajar dos horas y vivir frente al mar no tiene precio.

¿Cuál fue el mejor contrato en tu carrera?

En Santos, fue impresionante, porque me compran el pase a mí, yo se los vendo. Ahí dejas un porcentaje al representante y después todo es tuyo, más los años de contrato. En Atlético Mineiro también fue bueno, pero me estás preguntando por el mejor, fue el de Santos. Ya llegaba como figura, salí como mejor zaguero, le gané a Gamarra por una falta y él era un crack. Salí como mejor zaguero del año y eso me cotizó muchísimo, a tal punto que cuando vamos a Santos, el presidente era multimillonario, y trae como extranjeros a Freddy Rincón y a mí, lo saca a Rincón de Corinthians, lo trae a Marcelino Carioca, trae a Marcio Santos, trae a Viola, Edmundo, todos campeones del mundo, un equipazo, hizo una selección. Suplentes eran Diego, Robiño, Alex, Elano, cómo no vas a salir campeón. Hizo un proyecto porque sabía que abajo tenía mucho nivel. Te cuento una de Marcio Santos, campeón del mundo. En Santos, suena el silbato falso, él se distrajo, pasa la pelota y cuando está cerca la pelota, la pelota entra al área, pero escuchó el silbato y el referi dice ‘penal’, pensó que había tocado el pito uno de afuera, perdimos y quedamos fuera de cuartos de final, al otro día Marcio Santos rescindió su contrato.

¿Te gustan los autos convertibles?

Siempre me gustaron, tuve uno en Argentina, un Eclipse que me encantaba, siempre fui fanático de los carros, pero ahora estoy más tranquilo, más señorial. Después llego a Atlético Mineiro, estábamos jugando un clásico contra Cruzeiro, nosotros éramos los pobres y ellos eran los millonarios. Estaba el presidente, también dueño de bancos, yo ya estaba bien y le digo, ‘presi, si ganamos, le apuesto un carro, yo quiero un convertible, si yo pierdo usted elige un carrito de tal número’. Me dice que no, pero me ofreció un carro si hacía un gol, yo le dije que quería un BMW Z3 Convertible. Llegó el clásico, él no me dijo que gane, sino que haga un gol. Lo hice y lo grité con alma y vida. Al otro día, el BMW con moño en la puerta de mi casa. Acá también me compré uno, pero acá es muy difícil, era mucho roche, era un carro que no había mucho en el mercado, lugar donde estacionaba ya sabían que era yo, era una alarma, cuando me fui a Trujillo ya lo vendí, solo lo usaba para entrenar.

¿Te costó dejar el fútbol?

No, lo disfruté al mango y me di cuenta que mi físico ya no estaba bien. Jugamos contra Alianza y Cristal, todos podrían ser mis hijos, yo ya tenía 40 años, no los veía, ni para la patada, no te dan chance. Empecé a armar la maleta. Me acuerdo que Yordi allá en Vallejo, comienza el partido, estábamos con el Cholo Solís, ni lo veíamos a Yordi, le pedí a Diosito que me diera una, Yordi se resbalda y le meto la rodilla, ahí se asustó y ganamos 3-1, se asustó, pero volaba. Después me toca Cristal, que también habían rapiditos ahí, ahí jugué el primer tiempo y no pude jugar más, me di cuenta que mi físico no podía más y ahí me retiré. Me quisieron contratar otros equipos de altura, pero dije que no, pese a que el contrato era bueno.

Galván analizó el Universitario vs. Sporting Cristal. (Foto: Prensa 'U')
Galván analizó el Universitario vs. Sporting Cristal. (Foto: Prensa 'U')

¿Tienes una licorería?

Sí, ‘Río Negro’, el nombre es porque es la mitad del apellido de mi chica y yo, ‘Negro’. Pusimos eso, estamos con ese emprendimiento y casi tenemos un año, tranqui, bien, queda en San Miguel. Después del fútbol comienza la vida, sinceramente y por suerte se abrieron un montón de puertas en otros negocios y uno debe saber invertir, siempre con precaución y saber qué hacer y disfrutando.

¿Ahora también comentan en ‘A presión’?

En el programa nos está yendo bien, con Peter, es un programa que tiene mucha llegada al público, nos está yendo bien, este ya es nuestro segundo año. Es un buen grupo.

¿Qué te gusta más de Perú?

Es algo general porque uno siempre tiene que estar agradecido. A mí me tocó jugar en varios países, podía haberme ido a Brasil, a Argentina también, pese a la crisis, a Paraguay, mis raíces son de ahí, pero elegí acá porque siempre tuve trabajo, traje mis inversiones. No pensé quedarme tanto tiempo, dije termino la U y me voy, pero salió lo de Vallejo y luego fui entrenador, me tocó ir a la selva, a Cajamarca, mucho frío, pero me encantó y el reconocimiento de la gente es bonito.

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