La final de la Champions League dejó más que sorprendido a todos desde el primer minuto, debido la intensidad del juego entre Manchester City y la propuesta de Inter de Milán. El ‘neroazzurri’ marcó con agresividad y esta presión la sintió el golero brasileño Ederson Santana, quien en su afán por deshacerse del balón, dejó el mismo en los pies del rival, pero otro error evitó que llegara el 1-0 en el estadio Olímpico Atatürk de Estambul.
Fue un inicio complicado para los ‘Citizens’ que no imaginaron la intensidad del cuadro milanés durante los primeros minutos en Turquía y fue Lautaro Martínez quien inquieto más el área de los inglese para preocupación de Pep Guardiola, quien no esperaba que los italianos le jugaran de ‘igual a igual’.
Nathan Aké, sobre los 25 minutos, intentó no ceder un lateral a los italianos, y la jugó a su arquero Ederson, quien sobre el borde del área intentó jugarla con su defensa, pero el balón fue con excesiva potencia y quedó en los pies de Nicolo Barella. El volante buscó rematar al arco de los ingleses, pero disparo salió sin potencia y lejos del arco del brasileño.
El Manchester City, espera poder completar el cartón de la temporada de la mejor manera, después de ganar Premier League, y alzar la FA Cup en Wembleynada menos que ante Manchester United, el sueño de los ‘Citizens’ es levantar la Champions League.
Erling Haaland, llega como uno de los jugadores más valiosos de Europa después de arrancar su primera temporada con Manchester City con 52 goles en 52 partidos, la mejor cifra de su carrera.
El Inter de Milán llega a la final con la confianza de haber derrotado 1-0 a Torino, en la última jornada de Serie A y dio descanso total a jugadores claves como al guardameta André Onana o a Henrikh Mkhitaryan y parcial a Nicolo Barella y Edin Dzeko, que tan solo disputaron 35 minutos
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