Lionel Messi no ha tenido el mejor de los inicios de temporada con el Barcelona. El argentino regresó de vacaciones y en su primer entrenamiento terminó lesionado por un golpe al sóleo, que lo alejó de los campos de juego por más de un mes. Ernesto Valverde lo esperó con ansias hasta que por fin pudo hacer su debut ante el Dortmund por Champions League; sin embargo, la alegría del estratega por contar con su máxima estrella duró poco.
Una semana después de su recuperación, ante Villarreal por LaLiga, Messi solo pudo participar 45 minutos del juego. Un golpe en el muslo izquierdo, hizo que se retire del campo. "No me puedo romper, no me puedo romper", repetía frente al fisioterapeuta del equipo. Un susto total.
Los primeros informes indicaban que serían diez días de descanso para el '10' del Barcelona, por lo que se perdería el enfrentamiento ante el Inter de Milán por Champions League en el Camp Nou, aunque este lunes se abrió una nueva esperanza.
Messi trabajó en el entrenamiento del inicio de semana con el resto de sus compañeros, lo que hace pensar que aun no queda descartado para el encuentro de este miércoles. Junto a él, estuvo otro golpeado, Ousmane Dembélé.
El atacante sufre una sobrecarga muscular en los isquitibiales del muslo izquierdo, aunque parece que no es tan preocupante. Esta es la misma lesión que tuvo ante el Athletic Club, golpe que decidió ocultar para irse de fin de semana a Francia.
Ansu Fati, en cambio, no se entrenó, dejando a Valverde corto de alternativas de ataque. El jugador de raíces africanas se ha lesionado de la rodilla derecha y no se sabe cuándo volverá a las canchas, tal como ha informado el propio club azulgrana.
La nueva 'joya' del Barcelona entrenó este viernes con el primer equipo en el campo Tito Vilanova y al final de la sesión, presentó molestias tendinosas en la rodilla derecha. "Es baja para el partido de mañana y la evolución marcará su disponibilidad", publicó la institución de Les Corts en su página web.