Un ambiente de fiesta se vivió en Anfield con el final del duelo entre Liverpool y Barcelona por la vuelta de semifinales de la Champions League. Ni bien el árbitro hizo sonar su silbato, los 'Reds' estallaron de emoción.
Sonrisas de oreja a oreja tuvieron los integrantes de Liverpool y los miles de hinchas que acudieron al estadio de su equipo pensando en conseguir una hazaña. Saltos de alegría, abrazos, lágrimas, todo fue felicidad en los ingleses.
Liverpool tuvo una brillante actuación y remontó la serie ante Barcelona tras perder hace algunos días, en el Camp Nou, por 3-0. Sin Mohamed Salah ni Roberto Firmino, ambos lesionados, era complicado, pero no imposible.
La historia, cíclica como ella sola, devolvió a un histórico Liverpool a su milagro de Estambul y rememoró las pesadillas de un Barcelona que pareció volver a visitar Roma un año después y que quedó eliminado de la Champions League.
Un doblete de Divock Origi (7' y 79')y otro doblete de Georginio Wijnaldum (54' y 56') hicieron posible la hazaña de Liverpool, que se enfrentará a Ajax o Tottenham en la final de la Champions League.