Él no fue un ‘Gato’ techero ni callejero. Fue un jugador que no caminaba con los demás. Luchador, intuitivo, participativo, pero que fuera de la cancha no andaba en grupo. Carlos Basombrío fue campeón con Alianza Lima y tiene muchos recuerdos, sobre todo con los técnicos que lo marcaron en su carrera...
¿Cuántas veces Jorge Luis Pinto visitó tu casa de noche?
Nunca tuve problemas, porque yo dormía a las 8 de la noche.
¿Ibas a salsotecas?
Solo he pisado dos locales en mi vida.
¿Cuáles?
El ‘Soy Calidad’ del Rímac y otra donde fui a ver a ‘La Charanga Habanera’ de Cuba.
¿Cómo te animaste a ir?
Fui con un grupo de compañeros de Alianza Lima, pero no regresé más.
¿No te gustó el ambiente?
Es que nunca fui de reuniones. Hasta ahora evito los ‘quinceañeros’ de la familia, no me gusta usar ropa formal.
¿Nada con fiestas?
No soy amante de ellas.
Volvamos a Pinto, ¿te visitó para ver si estabas en casa?
Me llamó por el interruptor. Me pidió que bajara y lo hice. Me vio y se fue.
¿Es cierto que tuviste un roce con él?
Una vez tomó un taxi en Miraflores. El chofer era uno de la barra de Cristal y le dijo que en la noche anterior me había recogido de un night club, porque mi carro estaba chocado.
¿Te reclamó?
Sí y le demostré que era mentira. Mi auto estaba intacto.
¿Visitó a todo el plantel?
Ninguno se salvó.
¿Alguno perdió?
Marco Lovera estaba enamorado y fue a dejar a la novia a su casa y en ese lapso el profesor fue a verlo, no lo encontró y lo castigó.
¿Cuál fue la sanción?
Íbamos a viajar a México y lo sacó de la delegación.
Tuviste de técnico a Iván Brzic, cuéntame una de él...
Era exigente en los entrenamientos y te paraba de cabeza. Cuando en las prácticas nos relajábamos o reíamos, gritaba: ‘¡Hombre, trabajen serios, deben ser profesionales!’.
¿Una con Miguel Company?
En el equipo estaba Héctor Martín Yupanqui. Nos íbamos de viaje y en el bus pasamos por la plaza Manco Cápac. Allí está la estatua del inca señalando y el profe’ dijo: ‘Ahí está Martín ordenando su barrera’, ja, ja.
¿Otra de él?
En las noches, en la puerta del estadio de Matute, soltaban a los perros para que cuiden. Un día salió de madrugada y los animales se le fueron encima y el profesor empezó a pelear con los canes.
Tuviste en una selección a Fernando ‘Gato’ Cuéllar...
Su charla técnica era la mejor: ‘Muchachos, ya saben, ese equipo no nos puede ganar. La más baja tiene que ser a la altura del cuello’.
Ahora eres jefe de todo lo que es deporte en la Municipalidad de San Miguel...
Me gusta ver a los chicos llegar y no que ellos me vean a mí.
¿Y como jefe?
Soy exigente y ejemplo. He puesto una regla a los entrenadores: Tienen que estar media hora antes que los muchachos, si no cumplen se les multa.
Un gran abrazo...
Un saludo para los lectores.
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