Las lecciones se aprenden y se aplican. Alianza Lima presentó hace unos días al entrenador uruguayo Mauricio Larriera y el profesional estuvo en un palco presenciando el encuentro que los blanquiazules le ganaron a UTC por la fecha 7 de la Liga 1. Larriera ya se formó sus primeras impresiones sobre el plantel íntimo y desde este lunes entrenará al equipo en el complejo de Lurín, preparando todo para el juego en Cusco ante Cusco FC. Sin embargo, uno de los mayores misterios es el contrato del DT.
Empecemos desde el principio. En Alianza Lima se han gastado miles de dólares en la rescisión de vínculos con los últimos entrenadores. Repasemos. En el 2020 debieron pagarle montos por despidos a Pablo Bengoechea y Mario Salas. En 2022 sacaron a Carlos Bustos y este 2023 a Guillermo Salas. Todos tenían contratos extensos.
Según fuentes, los movimientos que hubo en la administración y en el grupo inversor llevaron al club a cortar de raíz este tema y se decidió no volver a acuerdos demasiado largos o sin condiciones. Tras la partida de ‘Chicho’ Salas este pensamiento se aplicó: el nuevo entrenador solo iba a firmar por los próximos cinco meses.
Se conoció que Ariel Holan, Ricardo Gareca y Paulo Autori entre otros se negaron a aceptar este compromiso por solo cinco meses. La lista de candidatos se iba achicando y el tiempo se consumía. Las conversaciones con Mauricio Larriera arrancaron hace más de 10 días y con él no hubo problema para establecer las condiciones.
Trome.com pudo conocer que el contrato del uruguayo con los victorianos se cerró hasta diciembre de este 2023. Una vez que se llegue a esta fecha, el club y el profesional se sentarán a dialogar una posible extensión. Para lograrlo debe haber consenso, los resultados tienen que haber convencido a Alianza y el DT podría pedir una mejora salarial.
Si no hay acuerdo, se darán la mano y el paso de Mauricio Larriera por Matute habrá terminado. Ahora bien, si hay una buena campaña y el uruguayo recibe una mejor oferta de proyecto y a nivel económico también podrá decir en diciembre “hasta aquí nomás” e irse sin ningún impedimento por parte del club nacional.
De allí que la foto de Larriera con camiseta aliancista solo llevara el ‘2023′ en la espalda. Eso sí, el contrato del ‘charrúa’ tiene bonos que podría sumar si ganan el Apertura, superan las semifinales o alzan el tricampeonato a final de temporada. Esta vez, Alianza se protegió el bolsillo y tomó la decisión correcta.
Con los papeles firmados por parte de Larriera y el adiós del entrenador interino Nixon Perea, se inició la cuenta regresiva para el estreno del uruguayo. El profesional deberá trabajar mucho porque ante UTC se vio un Alianza Lima desastroso, desordenado y perdido. Será misión del ‘charrúa’ corregir esto.
La primera prueba será el domingo 13 de agosto en casa de Cusco FC. Mauricio Larriera también tendrá un trabajo a corto plazo y será evaluar el rendimiento de Christian Cueva para que el club decida renovar o no su préstamo. Además, otro apunte será el darle mayor chance de jugar a los chicos de las canteras.
Se inicia la ‘era Larriera’ en Matute. Con contrato corto, pero ilusiones extensas.
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