Lionel Messi fue la gran ausencia en los entrenamientos vespertinos de la Selección Argentina en el Florida International University (FIU). El capitán de la ‘Albiceleste’ se quedó en el hotel donde se le sometió a pruebas médicas y después a trabajos con el equipo de fisioterapia, buscado recuperar la salud de su abductor derecho y hasta el momento quedaría fuera de los planes de Lionel Scaloni este sábado ante Perú.
El mejor jugador del mundo optó por ‘tomarse el día’ e invertirlo en la mejora de su afección. Con la zona ya menos inflamada se sometió a una nueva resonancia, en principio habría desgarro y el comando técnico espera recuperarlo al ciento por ciento para los cuartos de final, el próximo 4 de julio ante la selección de México o Ecuador ante la posibilidad de avanzar como cabeza de grupo.
“Se me puso duro un poco el aductor y no podía estar suelto, me molestaba un poquito, pero pude terminar el partido así que veré en estos días como va evolucionando. La molestia fue al principio, en una de las primeras jugadas. No sentí pinchazo, ni desgarro, pero sí que se me puso duro. Y me costaba moverme con libertad”, contó Leo a la salida del vestuario, donde le practicaron una ecografía con un aparato portátil de última generación.
Los jugadores de la Selección Argentina tuvieron la tarde libre el miércoles y el jueves por la mañana en Miami. Nico Gonzalez y Mac Allister cenaron con sus esposas. Dibu Martínez participó de una parrilla argentina, mientras que Lionel Messi prefirió llegar a su casa en Fort Lauderdale y pasar el día junto a Antonella Roccuzzo y sus hijos.
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