“Monster: The Jeffrey Dahmer Story” es la serie que viene capturando las miradas de todos en la plataforma Netflix. La historia de un asesino serial que aterrorizó en silencio a Milwaukee durante los finales de la década de los 70 y los inicios de los 90. La producción de Ryan Murphy que tiene como estelar a Evan Peters viene siendo la preferida dentro del gigante del streaming.
Esta no será la única entrega respecto a Jeffrey Dahmer, pues se viene preparando un material complementario: un compendio de entrevistas brindadas por el verdadero Jeffrey una vez que fue encarcelado y antes de perder la vida en prisión.
En una entrevista publicada por la productora de Murphy, Peters recuerda que “teníamos una regla por parte de Ryan de que nunca se contaría desde el punto de vista de Dahmer. Como audiencia, no simpatizas realmente con él. Realmente no te estás metiendo en su situación. Se llama ‘La historia de Jeffrey Dahmer’, pero no se trata solo de él y su historia de fondo. Son las repercusiones“, dijo el estelar.
Jeffrey Dahmer fue el primogénito de Lionel y Joyce Dahmer, y nació el 17 de mayo de 1960. A los tres años de edad sufrió una operación de hernia, lo que los expertos señalan como una de las causas que pudo haber ayudado a su aislamiento social.
Su padre, Lionel Dahmer, era un químico que enseñó a Jeffrey a manejar algunos ingredientes para su afición infantil: recolectar huesos de pequeños animales y conservarlos en frascos de formaldehído. Años más tarde, ese conocimiento sería empleado por el asesino para conservar algunos huesos de sus víctimas.
Sus padres se divorciaron cuando este cumplió 18 años, edad a la que cometió su primer crimen. Manipuló a un joven de esa edad, llamado Steven Mark Hicks, y lo llevó a casa con el pretexto de invitarlo a tomar algo antes de ir a un concierto.
Después de unas horas, Hicks intentó irse, pero Dahmer lo tomó como un rechazo, se enfureció, lo golpeó en la cabeza y lo estranguló hasta matarlo, para después desmembrar su cuerpo y disolverlo en ácido.
Entre 1978 y 1991, Jeffrey Dahmer asesinó, desmembró e incluso llegó a consumir partes de 17 hombres y niños, la mayoría de ellos de raza negra. La serie de Netflix destaca las múltiples negligencias de la policía hasta su captura.
Desde Konerak Sinthasomphone, un niño de 14 años que escapó desorientado del apartamento de Dahmer y fue escoltado de vuelta a él para su terrible final por la mismísima policía, que no vio nada sospechoso, hasta las múltiples alertas que levantó la vecina del Carnicero de Milwaukee, Glenda Cleveland, que fueron ignoradas una y otra vez por unos agentes de la ley impropios de las mejores series policíacas.
El 22 de julio de 1991, Dahmer atacó a su última víctima, un hombre de 32 años llamado Tracy Edwards, a quien el monstruo había convencido para tomarle fotos desnudo. Edwards fue esposado y amenazado, pero logró mantener a Dahmer tranquilo, lo distrajo y logró golpearlo y salir corriendo hasta toparse con la policía.
Más tarde, él los llevó a casa del asesino y ahí fue donde encontraron todas las evidencias que necesitaban para detenerlo de una vez por todas.
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