Cuando tejía en su país Ucrania, los hilos que compraba decían en su etiqueta: ‘Hecho en Perú’, por eso apenas pudo viajar Katia Horbatiuk (27) se vino al país hace ocho años, para aprender más sobre nuestras técnicas de tejido.
“Decidí averiguar para aprender, tenía mucho interés, pero me di cuenta de que esta labor aquí estaba medio abandonada y olvidada. Por eso, creé ‘Pecosa’ en internet a fin de enseñar a tejer a costo social”, contó la joven, que también apoya a las comunidades para que puedan vender sus hilos.
La cuarentena la volvió más activa en redes, e incluso empezó a enseñar nuevas técnicas de tejido, entre ellas el arte de los amigurumis (que se origina en Japón y consiste en tejer pequeños muñequitos a crochet).
“Fueron casi 12 mil personas que lograron aprender a tejer y también las asesoré para que puedan rentabilizar este arte”, afirmó.
AGENDA
Horbatiuk lanzó una agenda para tejedoras que incluye diversas técnicas y conocimientos para empezar desde cero un negocio de tejido. Los precios son simbólicos. Pueden encontrarla en redes sociales como ‘Pecosa.pe’