El mundo tiembla ante el peligro de un enfrentamiento armado entre Estados Unidos y Rusia. La potencia norteamericana, con sus aliados Reino Unido y Francia, lanzaron un furibundo ataque con más de 100 misiles sobre puntos estratégicos de Siria, ocasionando gran destrucción en solo una hora.
“¡Misión cumplida!”, señaló el presidente Donald Trump, quien sostuvo que ‘el ataque no podría haber tenido un resultado mejor’. Fue en represalia por el uso de gas cloro y gas sarín, ordenado por el dictador sirio Bashir Al-Asad hace una semana sobre una población civil, en la que murieron entre 65 y 76 personas.
Según el general Joe Dunford, jefe del Estado Mayor estadounidense, las fuerzas occidentales apuntaron a tres objetivos vinculados al programa de armas químicas sirio. El primero se lanzó contra un centro de investigación científica cerca de Damasco; en el segundo quedó destruido un deposito de armas químicas al oeste de Homs y, en el tercero, otro almacén con armas químicas y un importante centro de comandancia ubicados cerca del segundo objetivo, al oeste de Homs.
Una hora más tarde, los bombardeos habían “terminado”, agregó, y dijo que, de momento, no está prevista otra operación.
Los aliados, según el Pentágono, evitaron alcanzar cualquier punto donde se encontraran fuerzas rusas, presentes en muchos lugares del país y aliadas del régimen de Damasco.
En lo que parece un milagro, se informó que los bombardeos solo habían dejado tres civiles heridos y ningún muerto en territorio sirio. Por el lado de Estados Unidos, se informó que no había ninguna baja.
HACEN AMENAZA
Siria aseguró que el ataque no afectó su capacidad militar. El presidente de Rusia, Vladimir Putin, acusó a Washington de ‘hacer el juego’ a los terroristas y de ‘agravar la catástrofe humanitaria’ en Siria. Irán advirtió que el bombardeo en Siria de todas maneras ‘tendrá consecuencias’.
Moscú confirmó que ninguno de los bombardeos afectó a las bases aérea y naval rusas en Siria.
CON TODO
El Ejército estadounidense lanzó 59 misiles Tomahawk contra la base aérea siria de Shayrat (Homs), supuestamente de donde despegó el caza que ejecutó el bombardeo químico en el pueblo rebelde de Jan Sheijún.
Londres utilizó cuatro cazas Tornado GR4 de la Royal Air Force, equipados con misiles Storm Shadow.
Por su lado, Francia empleó para la misión fragatas polivalentes en el Mediterráneo y aviones cazabombarderos Rafale, según la ministra de las Fuerzas Armadas, Florence Parly.
Según Rusia, la defensa antiaérea siria interceptó 71 misiles de crucero de un total de 105. Sin embargo, el Pentágono aseguró que esa afirmación es falsa.