Con dedicación al estudio y talento, un adolescente de 15 años logró alcanzar uno de los puntajes más altos de los más de 26 mil postulantes en el reciente examen de admisión a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. El mérito de Alejandro Almerí Herrera es tal que ingresó en ‘empate técnico’ del tercer puesto de Medicina Humana y recién cursa el tercer año de secundaria. Su logro se vuelve viral. En esta entrevista con Trome, conozca un poco más de su historia de disciplina y esfuerzo, y cómo logró superar con gran éxito una de las pruebas académicas más competitivas del Perú.
San Marcos (UNMSM) cerró su Proceso de Admisión 2026-I el domingo 12 de octubre con la prueba para la carrera de Medicina Humana, que tuvo 4,709 postulantes compitiendo por alcanzar alguna de las 55 vacantes disponibles. Del total de postulantes, un 56 % fueron mujeres y el 44 % varones.
La Facultad de Medicina Humana de San Fernando se mantiene como la más deseada. Tuvo la proporción más alta de postulante/vacante: 85.6 postulantes por cada vacante, informó la UNMSM.
La demanda fue seguida por Derecho (2140 postulantes), Psicología (1160), Ingeniería de Sistemas (1033) y Administración de Negocios Internacionales (1020).
En la dura competencia de postulantes a la Decana de América, San Marcos, Alejandro Almerí obtuvo 1,628.875 de puntaje, muy cercano al primero de Medicina (1,679.125). Un detalle que llama la atención es que en la lista de resultados la universidad lo ubica en cuarto puesto de Medicina Humana, aunque su puntaje es idéntico al alcanzado por el tercer puesto (1,628.875).
Pero los logros académicos de Alejandro Almerí Estrada no son una sorpresa. Trome conoció que él es medallista en concursos nacionales e internacionales de matemáticas Binaria, Canguro, Conamat, entre otros, y está en la final del Concurso Nacional de Biología.
La inspiración de estudiar Medicina le viene de su padre, el reconocido doctor Marco Almerí, así como del apoyo constante de su amorosa madre, Roxana Herrera. La feliz pareja tiene también a su hija mayor estudiando la carrera de Medicina Humana.
“Nuestros hijos son nuestro orgullo. La mayor, Adriana, eligió la Universidad Cayetano Heredia, y Alejandro quiere estudiar en San Marcos, y esperamos que pronto la ley admita el esfuerzo y logros de estudiantes como él. Su ingreso no fue suerte sino producto de estudio, de ser disciplinado y buen hijo”, dijo a Trome el doctor Marco Almerí, cardiólogo clínico y experto en salud pública.
Conociendo el esfuerzo de su hijo y las fortalezas que ha logrado con su preparación, la familia Almerí Herrera ya tenía la ‘corazonada’ o presentimiento: Alejandro lograría el ingreso, y enterarse de la noticia del cuarto (o tercer) puesto aumentó la alegría: todos se unieron en gran abrazo.
“Estudio, en promedio, diez horas diarias. Las materias que más me gustan y domino son Biología, Física y Química”, dijo contento Alejandro. Además, contó a Trome que terminó las tres fases de inglés (hasta nivel avanzado) en el ICPNA, lo cual también será de mucha ayuda para que en su carrera profesional pueda leer lo más avanzado de las publicaciones científicas.
Siendo escolar, ha aprendido a ser tan organizado que además de sus clases en el colegio Saco Oliveros, se dio tiempo de seguir clases virtuales en la academia Savia. Y una vez por semana practica comunicación en inglés, “para no perder la fluidez en ese idioma”.
Recién hace unos días, Alejandro cumplió 15 años. Es alto, tiene 1.81 metros de estatura y le gusta el deporte.
Es hincha de Alianza Lima y practica fútbol como entretenimiento y para cuidar su estado físico. En la cancha juega en la posición de defensa, y con su equipo en la Liga de San Martín de Porres acaban de salir campeones Sub15.
Tiene entre aficiones ver películas, escuchar salsa y desde niño aprendió a bailar marinera. Además, en casa es responsable del cuidado de sus peces y de su tortuga Yuko.
Ahora celebra un nuevo éxito en su vida académica con el amor de su familia y disfrutando su plato favorito: el ají de gallina.
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