César Augusto Alva Mendoza finalmente se encuentra en manos de la justicia. El principal sospechoso del macabro asesinato de Jimenita, la menor encontrada muerta en San juan de Lurigancho, fue capturado en Ica mientras intentaba conseguir dinero para huir a Ayacucho.
Al momento, el caso de la pequeña ha generado el repudio, indignación y preocupación de todos los peruanos por los terribles detalles de su desaparición y muerte. Sin embargo, hay algunos que también expresaron su molestia por las anteriores denuncias en contra de César Augusto Alva Mendoza, las mismas que también lo acusan de violencia sexual.
Y es que el presunto asesino de Jimenita fue denunciado en 2014 y 1016 por dos mujeres que aseguraron que las secuestró para dar rienda a sus bajos instintos. 'El monstruo de la Huayrona César Augusto Gustavo Alva Mendoza fue denunciando en todas las instancias del sistema de justicia: @PoliciaPeru, @FiscaliaPeru y @Poder_Judicial_ y seguía en la calle en búsqueda e su sgte víctima. ¡Quién carajos nos protege!', escribió en Twitter Verónica Linares sobre el indignante tema.
Según un reportaje de Cuarto Poder, una mujer identificada como ‘María’ reconoció a César Augusto Alva Mendoza como su agresor al momento de verlo en las noticias acusado de ser el asesino de Jimenita.
María contó que en el 2014, cuando tenía 17 años, se perdió en San Juan de Lurigancho cuando intentaba volver a su casa. Fue en ese momento que se topó con César Augusto Alva Mendoza y le pidió que le diera un sol para su pasaje.
El presunto asesino de Jimenita le pidió que lo acompañara su casa para darle el dinero. Una vez allí, la metió por la fuerza y la golpeó. La víctima volvió a su casa con el rostro desfigurado y con el apoyo de su familia fue a la comisaría Mariscal Cáceres para poner la denuncia, aunque tuvieron que abandonar la diligencia por falta de recursos económicos. Es así que César Augusto Alva Mendoza salió limpio de su primer crimen.
El reportaje de Cuarto Poder también recogió el testimonio de Susy, una mujer que fue violentada sexualmente por César Augusto Alva Mendoza en el 2016, cuando tenía 28 años. La joven denunció que fue a una casa multifamiliar en San Juan de Lurigancho para cobrar una deuda.
Fue allí que César Augusto Alva Mendoza la interceptó y no la dejó salir. El presunto asesino de la bicicleta la cogió por el cuello y la arrastró a su habitación para luego amenazarla con unas tijeras y un desarmador. La golpeó y le tapó la boca para dar rienda suelta a sus bajos instintos.
Una vez a salvo, Susy decidió contarle lo sucedido a su esposo. La pareja regresó hasta la casa de César Augusto Alva Mendoza pero ya no lo encontraron. Es así que decidieron poner la denuncia en la comisaría aunque, según aseguraron, la policía no hizo mayor investigación.
Frente a la inacción de las autoridades, Susy tuvo que contratar a una abogada para hacer los trámites que permitan a la policía solicitar una orden de captura contra César Augusto Alva Mendoza al Ministerio Público. Sin embargo, según su testimonio, el fiscal la acusó de querer encubrir al violador ya que tenía miedo de que el sujeto ataque a su hija. Frente al problema no continuó con el proceso.
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