En las últimas semanas, hubo un incremento de pacientes con leishmaniasis, conocida popularmente como uta, en diferentes partes del país (Lima, Áncash, Cusco, La Libertad, Madre de Dios, Ucayali y Amazonas, entre otras). Y es que esta enfermedad es causada por un parásito llamado leishmania que llega al ser humano a través de la picadura de un mosquito (lutzomyia), similar al dengue.
“La más frecuente en nuestro país es la uta cutánea y se manifiesta con pequeñas úlceras en la piel que no sanan por meses. Muchos las confunden al inicio con granitos, pero si notan que persiste esa heridita, no mejora y, por el contrario, crece y causa picazón, es recomendable acudir al médico para los exámenes pertinentes, porque no se puede determinar al ‘ojo’ que es uta. Se necesita hacer una biopsia y un estudio por microscopio”, señala Humberto Vásquez, médico infectólogo de la Clínica Internacional.
Si te diagnostican uta, no hay que alterarse o pensar lo peor, existen medicamentos que te ayudarán a superar este mal, eso sí, el especialista exhorta a la población a seguir al pie de la letra el tratamiento y terminarlo para evitar cicatrices profundas o recaídas futuras.
Prevención
Vásquez recomienda utilizar mosquiteros durante las noches, fumigar las áreas donde suele haber más mosquitos o zancudos, usar repelente y prendas con manga larga, sobre todo en los lugares donde se han reportado casos.
Tipo de Uta
Hay tres tipos de uta: la cutánea (la más común), la mucocutánea (afecta mucosas, garganta y boca) y la visceral, de esta última solo se han reportado casos en África y puede ser mortal.
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