El frío que se está sintiendo en Lima, especialmente de noche y en las primeras horas del día, ha aumentado el consumo del rico y medicinal emoliente. En calles, cafeterías y restaurantes, ‘sale caliente’ esta popular bebida de cebada, linaza, alfalfa, llantén, cola de caballo, entre otras hierbas y frutos, como piña, membrillo y limón.
Milagros Solá, nutricionista de Solidaridad Salud, explica que el emoliente aporta agua que hidrata al cuerpo. Es fuente de vitaminas, minerales, carbohidratos y tiene efecto desinflamante y diurético para desintoxicar, expectorar la flema y cuidar los riñones.
“Es recomendable en esta temporada contra la gripe. Por la linaza, ayuda a reducir el colesterol y evitar el estreñimiento. La cola de caballo es buena contra la gastritis, el llantén es cicatrizante de úlceras estomacales, la alfalfa es muy buena para tratar la tos, el boldo por las enfermedades del hígado, y la uña de gato es desinflamante”, concluyó.
GRAN VARIEDAD
El vasito se ofrece desde un sol hasta los 3 y 4 soles, y en novedosos frutados como los de Claudio Manrique (Emolientes Claudio’s, del mercado San Roque, en Surco) y Bertha Chávarri (Emolientes La Chinita, cuadra 12 de la avenida El Ejército y Ferias Agropecuarias Mistura en la avenida Brasil). Hay varios sabores: camu camu, aguaymanto, maracuyá, naranja, tamarindo y fusiones.
Hay más de 30 mil emolienteros en el Perú y han aumentado su oferta con mates, ponches frutados y champús norteños como los de Hectitor’s (cuadra 31 de avenida Túpac Amaru y 1 de Eduardo de Habich), preparados de soya, maca y avena y hasta ‘emoliente piteado’ (con pisco).
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