Dos aeropuertos cerrados, carreteras bloqueadas y todas las consecuencias de la jornada de protesta

Un grupo de violentistas ingresó por la fuerza a las instalaciones del aeropuerto Alfredo Rodríguez Ballón de Arequipa en el marco de las manifestaciones contra el Gobierno de la presidenta Dina Boluarte. La asonada generó enfrentamientos con la Policía Nacional que respondió con bombas lacrimógenas a los ataques con piedras.

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La situación en el terminal aéreo es especialmente crítica porque los delincuentes derribaron parte del cerco perimétrico y destruyeron antenas de comunicación.

Las operaciones en el aeropuerto habían sido suspendidas a las 11:00 a.m., cuando la situación comenzaba a tornarse tensa, para salvaguardar la seguridad de los usuarios y del personal del terminal. Según América TV, en horas de la tarde la policía recuperó el control del recinto y las Fuerzas Armadas custodiaban el perímetro.

Lamentablemente este no es el único aeropuerto afectado este jueves: la autoridad aeroportuaria también cerró temporal de las instalaciones del Aeropuerto Internacional Alejandro Velasco Astete de Cusco por desmanes ocurridos en las inmediaciones de la terminal.

La aerolínea LATAM informó que esta decisión trajo como consecuencia la cancelación de sus vuelos desde y hacia esta ciudad.

En Puno, un grupo de manifestantes también intentó tomar el aeropuerto de Juliaca.

Mientras tanto, los bloqueos de carreteras se elevaron a 127 puntos con tránsito interrumpido en 18 regiones, según el último reporte de la Superintendencia de Transporte Terrestre de Personas, Carga y Mercancías (Sutran). Los bloqueos afectan 26 vías nacionales, como las carreteras Panamericana Norte y Sur.

“Toma de Lima”

Las acciones de protesta se intensificaron este jueves debido a que diversos grupos de manifestantes han convocado a una gran marcha en Lima para exigir la renuncia de la presidenta Dina Boluarte, el cierre del Congreso y la convocatoria a elecciones anticipadas y una Asamblea Constituyente.

La Policía Nacional estimó que 1.500 personas provenientes de provincias llegaron a Lima para participar de las manifestaciones y dispuso que 12 mil agentes custodien las movilizaciones en previsión de desmanes y hechos de violencia. En diversos distritos se han tomado medidas de precaución para evitar daños a la propiedad pública y privada.

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Por el momento, la jornada transcurría de forma pacífica, salvo algunos conatos que no pasaron a mayores. Los manifestantes de desplazan sobre todo a zonas céntricas de la capital, como la Plaza Dos de Mayo, la Plaza San Martín y la avenida Abancay. En los alrededores del parque universitario, la policía arrojó bombas lacrimógenas a un grupo de revoltosos.

La paralización de actividades también se acata en las provincias de Huaraz, Arequipa, Abancay, Barranca, Mariscal Nieto, San Román y Tacna.

En Cusco, la ruta ferroviaria que conecta la estación de la ciudad de Ollantaytambo con el pueblo de Machu Picchu fue suspendida por la empresa Perú Rail con el objetivo de preservar la seguridad de los turistas ante las manifestantes en la región.

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