Ha pasado medio año del gobierno del presidente  (PPK). El escándalo que genera el caso nos obliga a buscar respuestas y análisis. Por tal motivo conversamos con el politólogo, columnista, profesor e investigador posdoctoral en Santiago de Chile, Carlos Meléndez. Conocido en Twitter como ‘El jorobado’, analiza la actual coyuntura.

Carlos, ha pasado medio año del gobierno de PPK. ¿Vamos por buen camino?
No. Caracterizaría estos primeros meses de PPK como una luna de miel sin sexo. Tenías toda la posibilidad de haber emprendido grandes reformas, de haber dado grandes medidas de impacto, por ejemplo, en la lucha contra la corrupción, y simplemente desaprovechó la popularidad que tuvo en su mejor momento.

Hace una semana entrevisté a Martha Chávez y calificó al presidente de inepto y que no sabía dónde estaba, ¿crees que fue muy dura?
Yo no diría que inepto. Es una persona que ha tenido mucho éxito en la política y en los negocios, pero sí, yo diría alguien que no tiene tacto social ni tacto político.

¿Dónde fue a parar el optimismo en el pueblo del que hablábamos en octubre del año pasado?
El optimismo fue a parar a los y a las calles. Es decir, vemos un Estado que no defiende los derechos de los ciudadanos y de los vecinos. Tienen que protestar por el peaje, porque no hay agua, ese es el optimismo ahora entre comillas.

Algunos analistas sostienen que este Gobierno no sintoniza con el pueblo, ¿lo sientes así?
Obviamente, porque el pueblo no tiene cómo quejarse con el Gobierno. ¿Qué es lo que hace el pueblo? Protesta para que el Gobierno lo escuche. La protesta es el lobby de los pobres en este país.

A tu criterio, ¿cuáles son las principales dificultades que tiene PPK para manejar el país?
Tiene un desprecio por la política. No sabe cómo conectarse políticamente con la ciudadanía.

¿Cuál es tu percepción de cómo se está manejando la seguridad ciudadana?
Hay buenas intenciones, pero tú requieres un gran shock de reformas en materia de seguridad, no solamente programas de recompensas.

Hace unos días asesinaron a una joven universitaria en Independencia para robarle su celular y nadie se indignó, pareciera algo ‘normal’. ¿Qué está pasando?
Se ha naturalizado la impunidad en este país.

El ministro de Economía, Alfredo Thorne, acaba de decir que el tema Odebrecht no va a permitir crecer como lo tenían planeado, ¿qué opinas?
Creo que dependemos exclusivamente de dos o tres megaproyectos, de ‘Las Bambas’ o de ‘Toromocho’, para poder seguir creciendo. Lamentablemente no podemos depender de casualidades.

En las calles, la sensación es que toda la clase política es corrupta, ¿es así?
No solo la clase política, sino el establishment político y económico. Las élites de este país han sido muy condescendientes y cómplices con la corrupción que vemos en estos días.

El ‘Negociazo’ Moreno, Belaunde Lossio y otros hacen ver blando a PPK con la corrupción, ¿piensas lo mismo?
Porque para cierta élite la corrupción es parte de cómo se hace negocios en este país. Recordemos lo primero que dijo PPK sobre Odebrecht: ‘No todo lo de Odebrecht es corrupto’.

Incluso, en algunos medios están informando que el fujimorismo pediría la vacancia presidencial, ¿es probable ese escenario?
Es probable, pero sería perjudicial para el propio fujimorismo. Al fujimorismo lo que le conviene es una transferencia democrática institucionalizada.

El escándalo de Odebrecht sigue su marcha como un gran huaico, ¿qué crees que va a pasar?
Que va a marcar el fin de una forma de hacer política y negocios en el país. Ese debería ser el fin de una era, donde los negocios y corrupción van de la mano.

¿Caerán los ‘peces gordos’ o solo los ‘chicos’?
Vamos a ver si la Fiscalía y el sistema judicial peruano en general están preparados para enfrentarse a eso.

¿Te parece que la Fiscalía está llevando bien el caso?
Hacen falta apoyos institucionales. El sistema judicial peruano es muy débil. No existen los jueces de peso que hemos visto en otros países, como Brasil, para llevar adelante esto.

¿Crees que Odebrecht se está burlando de la justicia peruana?
Se está aprovechando de la debilidad institucional del país en general. No solamente del sistema judicial, sino de la indiferencia de los políticos y de la complicidad de las élites empresariales.

Es realmente penoso que se esté involucrando a expresidentes como Toledo, Alan y Humala en pagos de coimas, ¿crees que son responsables?
Políticamente, por lo menos, sí lo son, ya que no tuvieron la habilidad ni la sapiencia para prevenir que dentro de sus administraciones existiesen personas que cayeran en la corrupción.

¿A PPK le salpica también el caso?
De distintas maneras. No solo porque fue primer ministro y ministro de Economía durante el gobierno de Alejandro Toledo, sino porque fue candidato presidencial en dos momentos donde sabemos que Odebrecht alentó y promovió apoyos financieros en campañas electorales.

¿Es normal en el Perú que una empresa pague coimas a funcionarios para ganar una licitación?
Lamentablemente era la práctica más frecuente. Esta es la corrupción del cemento.

Hablando de corrupción, ¿qué piensas de que Belaunde Lossio esté en una clínica, una ‘cárcel dorada’, hace meses?
Tiene mucha gente que lo protege, obviamente.

¿Qué te parece el comportamiento de la bancada fujimorista?
Hay una preocupación por mantenerla unida, disciplinada. La prioridad del fujimorismo, ahora, es en mantenerse unidos. La prioridad no ha estado en promover leyes eficientes, sino en la cohesión.

Y la izquierda ¿qué papel está jugando?
La izquierda no sale de su división innata. Hay una suerte de disputa al interior de la izquierda, que les impide tener una visión clara de qué hacer desde el Congreso.

Cuando entrevisté a PPK, le pregunté si sus ideas liberales chocaban con la mayoría conservadora del Perú, ¿sientes que eso se da en la práctica?
Sí, el Perú tiene una mayoría conservadora y eso va a permanecer por mucho tiempo. Las propuestas en beneficio de las familias son las que más movilizan a los peruanos en las calles.

Algunos han señalado que los ministros andan medio escondidos, ¿te parece así?
Los ministros andan escondidos porque no son políticos. Un ministro político tendría la habilidad de poder lidiar con su sector ante la opinión pública.

Si tú fueras asesor de PPK, ¿qué le aconsejarías para salir de todo este entripado político?
Buena pregunta. Le aconsejaría tener una mayor presencia propia en regiones. Mirar las elecciones subnacionales, regionales y municipales del próximo año, donde puedan surgir cuadros ‘ppkausas’ que lleven a las regiones la coherencia programática del Gobierno.

¿Cómo vislumbras al Perú al final de este año?
Dolido por una decepción más. Esta es la tercera ola de corrupción del Perú, en unos cuarenta años. Hemos pasado de la corrupción del partido que fue el APRA, a la corrupción antipartido que fue Fujimori y ahora la corrupción sin partidos que es la de las empresas brasileñas.

Como opinólogo que eres, ¿recibiste algún financiamiento o coima de Odebrecht?
(Sonríe) Nunca, nunca. Invitaban a reuniones, pero uno sabe quiénes te invitan. En este país tú sabes quién es quién.

Gracias por concederme esta entrevista, ojalá que el país salga adelante...
Gracias a ti, Oscar.

(Oscar Torres)

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