Por: Miguel Ramírez / Periodista de investigación
“Me parece personalísimo y con un afán absurdo y estúpido de figurar. Acá se viene a figurar legislando, no se viene a figurar haciendo talk shows”, dijo el parlamentario Francesco Petrozzi cuando le preguntaron por el programa ‘Sin corrupción’, que la privilegiada congresista fujimorista Yeni Vilcatoma dirige y presenta en el canal de televisión del Congreso.
No le falta razón al legislador. Si Vilcatoma tiene un programa para ella sola, ¿por qué no tendrían el mismo derecho los 129 congresistas restantes?
La parlamentaria usa las instalaciones, los equipos y la señal televisiva, que pagamos los peruanos con nuestros impuestos, para hacerse propaganda. Está en su derecho de hacerlo, pero ¡que lo haga con su plata!
Los invitados estelares de Vilcatoma son recalcitrantes críticos del gobierno del presidente Vizcarra y de los fiscales del caso Lava Jato. Sus preguntas son dirigidas y tendenciosas. Por momentos, ella misma se pregunta y se responde con monólogos que harían sonrojar al mismísimo Arthur Prince, el famoso ventrílocuo que fue enterrado con su títere y su esposa.
Su programa, que además es emitido por el canal estatal TV Perú, se llama ‘Sin corrupción’. Pero allí no dice una sola palabra sobre los escandalosos casos de los miembros de su bancada.
Ni una mención, por ejemplo, sobre el bullanguero Héctor Becerril, implicado en casos de corrupción, quien la gritoneó y hasta la hizo llorar cuando se quiso enfrentar a Fuerza Popular, partido al que renunció y luego volvió como si nada hubiera pasado.
Yeni Vilcatoma tiene muchas cosas que explicar. El mes pasado, el diario ‘El Comercio’ descubrió que había visitado hasta en cuatro oportunidades a Martín Belaunde, preso por corrupción, a quien ella misma, cuando fue fiscal, lo acusó de ese delito.
¿Qué hablaron o pactaron Vilcatoma y Belaunde en esas reuniones a solas?
‘Por el momento voy a guardar la reserva’, respondió cuando le preguntaron sobre esas visitas a Belaunde, quien fue lobbista de empresas constructoras que pretendían ganar obras públicas.
Sin embargo, este columnista tiene dos versiones de distintas fuentes. Estas aseguran que Vilcatoma pretende (si es que ya no lo ha conseguido) que Belaunde declare que en el proyecto del Gasoducto Sur, Odebrecht pagó sobornos.
Con ello –siempre según las fuentes- la parlamentaria pretendería descalificar a Jorge Barata, el principal delator del caso Lava Jato, quien declaró que en esa obra no se pagó coima alguna. El objetivo de Vilcatoma, con esa declaración, es traerse abajo el acuerdo entre la Fiscalía y la empresa brasileña Odebrecht.
Belaunde estaría convenciendo a otros funcionarios, que están presos con él, para que declaren en ese mismo sentido, y así darle veracidad a su testimonio.
El 2021 se avizora un nuevo caso Lava Jato, pero esta vez los protagonistas serán los actuales congresistas fujiapristas, que hacen lo que les viene en gana sin control alguno.
Nos vemos el otro martes.
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