El ministro de Relaciones Exteriores, Allan Wagner, solicitó la renuncia y proceder al retiro de sus cargos en Lima y en el exterior de todos aquellos funcionarios a los que se suministró indebidamente la vacuna contra el COVID-19.
En un comunicado oficial se informó que ocho funcionarios serán sometidos a una investigación preliminar por parte de la Oficina General de Recursos Humanos para determinar su responsabilidad en estos hechos. Ellos son:
“Cabe señalar que en el Ministerio de Relaciones Exteriores no hay espacio para la impunidad y se actuará con la debida integridad y transparencia”, dice el comunicado de prensa de la Cancillería peruana.
El último lunes Wagner Tizón informó que liderará las investigaciones que se desarrollen en la cartera que preside respecto a funcionarios públicos que presuntamente habrían sido vacunados.
Como se recuerda, la entonces canciller Elizabeth Astete renunció a su cargo tras confesar que recibió la vacuna contra el COVID-19 del laboratorio chino Sinopharm.
“Eso es algo que hay que investigar. Cuáles han sido las circunstancias por las cuáles estas personas tomaron esas vacunas y creo que como lo ha señalado la presidenta del Consejo de Ministros, aquí tiene que haber absoluta transparencia y rendición de cuentas a la ciudadanía. Eso es algo que yo, personalmente, tendré que investigar a la Cancillería y oportunamente, tomar las medidas que correspondan”, dijo a TV Perú.
La Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) envió a la Contraloría General de la República, el Congreso, la Procuraduría General del Estado y la Comisión investigadora del Ministerio de Salud (Minsa) la relación de 487 funcionarios vacunados con dosis de Sinopharm destinadas para el personal médico a cargo del estudio clínico que el laboratorio chino realiza en el país.
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