El jefe del Gabinete Ministerial, Guido Bellido, adelantó que la decisión de incinerar los restos del fallecido cabecilla de Sendero Luminoso, Abimael Guzmán, como lo planteó el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Aníbal Torres, le corresponde al presidente de la República, Pedro Castillo.
En declaraciones a TV Perú, indicó que “está clara” la posición del Poder Ejecutivo en la lucha contra el terrorismo y remarcó que cualquiera que sea la decisión que se adopte en el caso de Guzmán Reynoso, todo el país “tiene que estar de acuerdo”.
“Eso es probablemente una decisión del presidente, todavía no he conversado con él. Cualquiera sea la decisión del Ejecutivo, todo el país tenemos que estar de acuerdo con los mecanismos que se tienen que dar”, expresó.
Bellido Ugarte también consideró que “probablemente muchas heridas no se van a cerrar” con la muerte de Abimael Guzmán y enfatizó que el Gobierno tiene que atender a todas las poblaciones afectadas por el terrorismo.
“Hay muchos hermanos de los diferentes sectores de este conflicto, de este terrorismo que ha existido en el país, que aún no han sido atendidos. Hay también mujeres esterilizadas, una serie de personas que han sido afectadas”, expresó.
“El Gobierno tiene que atender y reivindicar a todos nuestros hermanos que han sido severamente perjudicados tanto económica, política y socialmente”, añadió el primer ministro desde Arequipa.
Abimael Guzmán Reynoso falleció a los 86 años. Cumplía una condena a cadena perpetua al ser responsable de la muerte de más de 30 mil peruanos, entre civiles, policías y militares, según lo determinó la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR).
Guzmán se encontraba encarcelado en el Centro de Reclusión de Máxima Seguridad de la Base Naval del Callao. Precisamente este centro informó, a través del Instituto Nacional Penitenciario (INPE), que la muerte del terrorista ocurrió al promediar las 6:40 a.m. de este sábado 11 de septiembre debido a complicaciones en su estado de salud.
El fallecimiento de Abimael Guzmán se da en la víspera de cumplirse 29 años de su histórica captura, ocurrida el 12 de septiembre de 1992 en una casa del distrito de Surquillo, gracias al trabajo de un equipo liderado por el Grupo Especial de Inteligencia (GEIN), de la Dirección contra el Terrorismo de la Policía Nacional del Perú.