SE HIZO LA ‘VÍSTIMA’. El Ministro del Interior, Juan José Santiváñez, se presentó ante el Congreso este jueves 20 de marzo, en vísperas de la votación de su posible censura, y aprovechó para victimizarse y asegurar que se está boicoteando su gestión, disparando culpas y responsabilidades contra políticos, gobiernos anteriores y la prensa.
Santiváñez aseguró que debido a las malas prácticas migratorias, de gobiernos anteriores se ha desatado el incremento de la criminalidad. “Las malas decisiones de apertura migratoria sin control han derivado en una criminalidad que infunde miedo y lucra con el dolor de los peruanos”, expresó.
Según el ministro, la extorsión es el delito que más afecta a los ciudadanos y su aumento se debe a “malas decisiones políticas”.
Asimismo, denunció una “campaña de desprestigio” en su contra y calificó los recientes allanamientos a su oficina y domicilio como un “abuso arbitrario con fines políticos”.
“No es casualidad que estos ataques se intensifiquen cuando estamos logrando certeros golpes contra el crimen organizado”, sostuvo.
Por último, llamó al diálogo al Poder Judicial, Congreso y al Ministerio Público: “Invoco a la posibilidad de seguir trabajando juntos y lograr la pacificación”.
El Pleno del Congreso debate este viernes, desde las 10 de la mañana, tres de las cuatro mociones de censura contra el ministro del Interior, Juan José Santiváñez, por la creciente ola de inseguridad en el país, que día a día se traduce en asesinatos, asaltos, ataques, extorsiones, robos y otros delitos.
A diferencia de una interpelación, no se requiere de la presencia del ministro, quien -a su pedido - se presentó el jueves ante el pleno, en un intento por permanecer en el cargo.
Una censura requiere del voto de más de la mitad del número legal de miembros del Congreso (66). De aprobarse una de las mociones, el titular del Interior debe renunciar y la presidenta Dina Boluarte aceptar la dimisión dentro de las 72 horas siguientes.
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